Un burro se quejaba de su difícil trabajo cargando bultos pesados todo el día, mientras que una oveja pasaba el día cantando y comiendo pasto. La oveja propuso que intercambiaran lugares por un día para que el burro apreciara su vida fácil y la oveja comprendiera el esfuerzo del burro. Al final del día, ambos habían aprendido a valorar las fortalezas y debilidades del otro, y a aceptarse tal como son.