El convento de Sta. Inés fue fundado en 1374 y reformado en 1630. A través de la reja del coro se puede ver la urna con los restos de la fundadora María Coronel y el órgano que inspiró la leyenda de Maese Pérez escrita por Bécquer. Maese Pérez era un anciano ciego que tocaba el órgano en el convento y a pesar de tener poco dinero, compartía lo que tenía con los necesitados. Hoy en día el convento vende dulces como cortadillos, bollitos, mantecados y tortas.