Este documento describe los orígenes y requisitos para el rol de diácono en la iglesia. Explica que los diáconos surgieron en Hechos 6 para ayudar a los apóstoles con las necesidades materiales de la iglesia, permitiéndoles enfocarse en el ministerio espiritual. Los requisitos incluyen ser llenos del Espíritu Santo, sabios, honestos y no codiciosos. El documento también analiza los deberes y elección de los diáconos.
2. CONTENIDO----...
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INTRODUCCION 5
l. ORIGEN. Hechos 6:1-4 6
11. NOMBRE............................................ 6
1Il. REQUISITOS....................................... 7
IV. DEBERES............................................ 12
V. ELECCION 14
VI. ORDENACION..................................... 1(¡
VII. ORGANIZACION 18
VIII. BENEFICIOS DERIVADOS DEL
MINISTERIO DEL DIACONO. Hechos 6:7 19
IX. LA DIACONISA 19
X. LA ESPOSA DEL DIACONO 21
XI. DEBERES DE LA IGLESIA HACIA EL
DIACONO 21
XII. LAS GANANCIAS DEL DIACONO.
1 Ti. 3:13.. " 22
CONCLUSION 23
Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros ...
varones de buen testimonio, llenos del Espí-
ritu Santo y de sabiduría, a quienes encar-
guemos de este trabajo.
Hechos 6:3
INTRODUCCION
El más alto honor que puede recibir un hombre es el de ser
elegido y ordenado diácono de su iglesia. Ser diácono es ser "servi-
dor de Cristo" y su trabajo debe ser de servicio cristiano desinteresado
y dedicado al Señor.
El diácono viene a ser la "sal" de la iglesia, porque así como
este elemento concentrado transforma el sabor de los alimentos, el
diácono tiene la oportunidad de darle a su iglesia un sabor espiritual.
La iglesia, por regla general, refleja en su crecimiento el trabajo
que hacen sus diáconos. En virtud de esto se puede afirmar que hay
bendición en la iglesia que tiene un grupo de servidores de Cristo,
que fielmente desempeñan sus funciones. De esta manera el minis-
terio de la palabra de Dios es más poderoso y eficaz.
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3. J. ORIGEN: Hechos 6: 1-4
El "servidor de Cristo" surgió de una necesidad básica, 0, en un
sentido, de una crisis en la iglesia cristiana del primer siglo.
La iglesia había crecido rápidamente y para resolver las necesi-
dades materiales practicaba la comunidad de bienes. Cada miem-
bro entregaba lo que tenía para el fondo general (Hechos 4:34, 35).
No había diferencia entre el rico y el pobre.
Por consiguiente, los apóstoles tenían una doble función: Se de-
dicaban a predicar, enseñar y orar, y también a solucionar necesida-
des materiales. Estas responsabilidades llegaron a ser agobiantes.
Además, surgió un descontento cuando un grupo creyó no estar re-
cibiendo la parte correcta en la distribución diaria.
El descontento y el exceso de trabajo de los apóstoles llevaron
a la iglesia a una situación crítica. Los apóstoles se dieron cuenta de
la imposibilidad de llevar a cabo la doble tarea. Por eso pidieron a
la congregación que nombrara siete hombres con el propósito de que
ayudaran a "servir a las mesas". De esta manera estos servidores
aliviaron la carga de los apóstoles y se hicieron cargo de atender a
las necesidades materiales de la comunidad. Así que, Jos apóstoles
podían darse por entero al trabajo espiritual.
Los siete hombres elegidos en la iglesia no se llamaron diáconos;
sin embargo, el trabajo para el cual fueron escogidos era claramente
el de los diáconos. Se puede llamar diáconos a estos hombres, en el
sentido de que desempeñaron un servicio oficial en la iglesia. La
base de la institución del diaconado claramente se encuentra en esta
función. Este puesto especial para atender necesidades fue el proto-
tipo de lo que sería la labor posterior del diácono. La iglesia, guiada
por el Espíritu Santo, buscó la manera de solucionar su problema y
decidió nombrar a algunas personas para que ayudaran a los após-
toles en su ministerio. Lucas pudo haber dado ímportancía a este
nuevo cargo de la iglesia porque, como historiador que era, estaba
interesado en recopilar los "principios" de diversos movimientos.
n. NOMBRE
En los primeros días, a los nuevos oficiales no se les designó con
un término específico, sino ·que se les llamó simplemente "los siete
varones". Pero el prestigio y los deberes de "los siete" fueron au-
mentando, y más tarde se les confirió el título de diáconos. Parece
que el ejemplo dado por la iglesia madre de Jerusalén incitó a las
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congregaciones de Pablo a nombrar hombres con propósi~~s similar~s
y a llamarlos diáconos. Pablo introduce su carta a los FIlipenses dí-
ciendo: "... con los obispos y diáconos". . ".
Es fácil reconocer cómo el título evolucionó. El térmmo diá-
cono" proviene del griego ,~iakono.s que sign.ifica."servir:'. De ahí que
el diácono es un "servidor de Cristo en la IgleSIa. El SIrve al pueblo
de Dios en el nombre de Cristo; así es que el término está en armo-
nía con la función que el diácono desempeña. Los "siete varones"
nombrados para ayudar a los após~oles~ fueron los a~~ecesores de los
diáconos que ahora sirven en las iglesias en compama del pastor.
III. REQUISITOS
La Biblia habla con claridad sobre 10 que debe ser un diácono.
En Hechos 6: 1-7 leemos acerca de las cualidades de los primeros
diáconos, y en 1 Timoteo 3:8-13 encontramos la lista de los requi-
sitos que los que desempeñan tal oficio deben llenar. .
Pablo y los otros apóstoles creyeron profundamente qu~ los díá-
conos tenían que ser cristianos firmes. Para nue~tro estudl?, hemos
dividido los requisitos para el diaconado en vanas categonas. Con-
sideremos las cualidades de "los primeros siete".
A. ESPIRITUALES - Hechos 6:3, 5b
1. "... de buen testimonio". El vocablo griego indica "de qu~~n
se piensa bien o de quien se tiene buena opinió~". La buena ~pilllon
del diácono, para que tenga validez debe vemr, d~ los demas. Un
hombre puede hablar bien de sí mismo, pero es mas Impor~ante lo q~e
otros digan de él. Se espera, pues, que la gente hable ?,ICn del dl~-
cono. La conducta en la vida personal es una recomendación de por si.
2. "... llenos del Espíritu Santo". El término "llenos" da la idea
de estar cubiertos por todas partes, de una penetración completa.
Ser llenos de la tercera persona de la Trinidad es estar ~otalm~n~e
bajo el dominio de su dirección. En ~o.shechos d~ .la VIda diaria
y en los asuntos internos de la vida espiritual, el Espíritu Santo debe
abarcar por completo a la persona y penetra~ en ell~.
La iglesia debe buscar hombres que esten poseídos por ~l Es-
píritu Santo. El Espíritu Santo es una persona .real, Y. el diácono
debe tener una relación íntima con él. Las capacidades rnteleotuales
pueden ayudar al hombre a ser u.~ buen diácono, pero los recursos
espirituales ayudan una consagracion completa" ~ la obra d~! Señor.
Cuando los apóstoles demandaron que los SIete varones fueran
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4. hombres llenos del Espíritu Santo, todos comprendieron a lo qu~
ellos se referían. El diácono, pues, debe tener un fundamento espI-
ritual sólido.
3. "... y de sabiduría." Sabiduría implica, en este sentido, una
actitud prudente y serena en la vida o en los ne~oeios, generada
por la mente. El diácono sabio debe estar en capacidad para tratar
asuntos de negocios y asuntos espirituales. Debe usar en tod? ~o-
mento su sentido común; más aun, su mente debe estar dírígida
completamente por 01 Espíritu S~nto.. La sabiduría es l~ece~ari~pa-
ra dirigir, para aconsejar, para discernir y para ser de inspiración a
la iglesia. Dios promete: "Y si alguno de vosotros tiene falta de sa-
biduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin
reproche, y le será dada" (Stg. 1:5). .
4. "... lleno de fe." Otra condición esencial para ser elegido en-
tre los "siete varones" fue la de ser lleno de fe. Esteban tenía una
idea clara y firme en torno al reino de Dios. Tuvo valor, energía y
entusiasmo para manifestar su creencia ante el enemigo. "... no po-
dían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba" (Heh. 6: 10) .
Los diáconos deben ser algo más que hombres buenos. Deben
caracterizarse por su valor, su energía, su entusiasmo y su a~resivi-
dad. El capítulo once de Hebreos habla elc la fe con un sentido ele
vigor y audacia.
B. PERSONALES
En 1 Timoteo 3:8-13 encontramos una serie ele requisitos de
carácter personal que debe llenar el diácono. Son éstos:
1. "... honesto." En el griego quiere decir "honorable, venera-
ble, serio, de peso", porque el diácono tenía que tratar con personas
de toda clase, edad y !ipo. Por ~so tenía que ser un hombr~ fi.r~e
y constante en su relación con DIOSy con los hombres. No sígníñca
seriedad en contraposición con la alegría ni con la felicidad. El buen
humor no impide que un hombre sea un buen diácono. La admo-
nición del Apóstol, "Cozaos en el Señor ... ", de Filipenses 3: 1, in-
dica que un corazón alegre es de inapreciable valor en la vida cris-
tiana.
2. "... sin doblez." El diácono debe ser de una sola palabra.
Debe mantener su posición ante un asunto cualquiera delante de
todas las personas. No puede decirle una cosa a una persona y otra
cosa distinta a la otra. El hombre que no es consciente con lo que
dice, no es digno de confianza. Tal actitud es engendrada por la in-
tención de engañar. El engaño, a su vez, trae división y sospecha.
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Un oficial de la iglesia generalmente conoce muchos asuntos ín-
timos de los miembros. Lo que él sabe, debe mantenerlo en la con-
fidencia más estricta. El diácono que visite a los miembros de la
congregación, conocerá más a fondo los problemas y no hablará a
la ligera, sino con toda verdad. Será, pues, un hombre honrado y
cuidadoso en el uso de sus palabras.
3. "... no dados a mucho vino." En aquellos tiempos el vino
era una bebida tan usada como lo es hoy el té o el café. Entonces,
en relación con esta bebida que era tan común, el diácono debía
ser un hombre cuidadoso en no beber mucho vino. En el idioma
griego, la idea encerrada en esta declaración corresponde a "no tener
la mente puesta en el exceso de vino", porque tal actitud guiará al
abuso.
El diácono de hoy está muy comprometido con Dios respecto a
su posición ante las bebidas alcohólicas. Tomando en consideración
los grandes males y peligros que causa el alcoholismo, y el fracaso
casi total de los esfuerzos por la moderación, un estudio cuidadoso
de la Biblia revela que la posición más segura del cristiano en
cuanto a las bebidas embriagantes, debe ser la de abstenerse com-
pletamente de ellas. Más aún, el espíritu cristiano demanda la abo-
lición completa del tráfico de licores, ya que éste ha destruido a
tantas vidas, ha causado indecible miseria a un sinnúmero de fa-
milias, y los daños materiales que ha originado no se pueden cal-
cular.
Algunos creen que el espíritu de interpretación da en este punto
libertad para el uso de las bebidas embriagantes ... "no en exceso".
La Biblia no crea una doble norma. Hay una línea clara de en-
señanza bíblica de que el uso y el abuso del licor van en contra del
espíritu cristiano.
El diácono no debe tomar licor y, por consiguiente, tampoco
debe promover su venta. Sí, debe apoyar los movimientos anti-
alcohólicos. En este respecto él no puede ser neutral.
4. "... no codiciosos de ganancias deshonestas." La idea en el
griego implica no tener ansiedad de dinero, de dinero mal ganado,
mediante formas ilícitas. El cristiano, como cualquier otro hombre,
puede desear el bienestar material; no hay nada de malo en ello.
Lo malo es cuando ese deseo se convierte en una obcesión y hace
que el hombre sea deshonesto en sus negocios.
La Biblia condena categóricamente el amor desenfrenado al di-
nero, o sea, la codicia. El diácono que maneja fondos de la congre-
gación, debe ser ejemplo de honradez; y debe estar dispuesto a
compartir lo suyo en base a las necesidades del mundo, según lo
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5. enseria la Escritura. Debe ser un diezmero. Es verdad que "el
amor al dinero es la raíz de todos los males", pero en una iglesia que
cuenta con diáconos que dan sus diezmos, los otros cristianos se
sentirán estimulados a dar los suyos también, y la iglesia tendrá vida
y poder. Entendida en este contexto la liberalidad, es la antítesis de
la .<;odicia.
Esteban, uno de los "primeros siete", es un excelente ejemplo del
diácono que tiene profundas convicciones de lo que cree. "Pero no
podían resistir a la sabiduria y al Espíritu con qlJe hablaba" (Hch.
6: 10). ¿Por qué murió? Porque fue un hombre de firmes convic-
ciones; sostuvo lo que creía frente a sus adversarios.
C. DOCTRINALES: 1 Timoteo 3:9 D. EN CUANTO A LA EXPERIENCIA: 1 Timoteo 3:10.
"... que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia".
Misterio en el Nuevo Testamento quiere decir "una verdad una vez
oculta, pero ahora revelada". Fe es sencillamente el conocimiento de
Cristo y de su salvación. Pero esta fe debe ser aceptada sin ninguna
duda, "con limpia conciencia". El diácono debe aceptar la vida, la
.muerte, y la resurrección de Jesucristo sin reservas. En otras pa-
labras, el diácono debe tener conocimientos y convicciones muy fir-
mes en cuanto a la iglesia que él fundó y dejó en la tierra.
Para un diácono es muy importante lo que cree en t0l110 a las
doctrinas bíblicas. El vocablo doctrina viene del latín y significa,
"para enseñar"; las doctrinas bíblicas son las enseñanzas del cristia-
nismo. Tal tipo de enseñanza viene de la Biblia. De aquí que sea
imperativo que el diácono esté bien fundado en las Sagradas Escri-
turas.
Sólo con convicciones basadas en las Escrituras es que el diá-
cono puede ser leal a Dios en su vida diaria. Alguien ha dicho que
existe una gran diferencia entre las opiniones de un hombre y sus
convicciones. Una opinión es una idea que el hombre sostiene; una
convicción es una idea que lo sostiene a él. Si el diácono cumple su
ministerio eficazmente es porque está bien seguro de lo qtle cree.
El diácono de una iglesia bautista, obvio es decirlo, debe ser un
verdadero cristiano bautista. Debe reconocer las enseñanzas que ca-
racterizan a su propia denominación. Hay ciertas enseiianzas que los
bautistas aceptan y proclaman, que los separan de los demás. Por
eso, el diácono debe reconocer y apreciar esas verdades que justi-
fican su separación de otros grupos.
Es esencial que el diácono sepa cosas como: (1) que la salvación
no se adquiere por ser miembro de una iglesia; (2) que no hay
gracia salvadora en las ordenanzas; (3) que el bautismo infantil no
se encuentra en las Escrituras; (4) que en una iglesia neotestamen-
taria la autoridad reside en la congregación bajo la autoridad de
Cristo; (5) que cada miembro debe ser' leal a su iglesia; (6) que
el diezmo es el medio bíblico para sostener la obra de Dios.
"... sean sometidos a prueba primero." La idea central es "dar
demostración o prueba de la capacidad"; deben ser sometidos a
prueba como los metales. El diácono no debería ser nombrado a la
ligera. Antes de ser ordenado, debe demostrar que es cristiano ver-
dadero, consagrado al Señor. No es correcto nombrar diácono a un
individuo que no esté listo para ello. Cuando un hombre está listo
para ser diácono, la iglesia debe descubrirlo, por el tipo de vida
que lleva.
La Biblia dice: "No impongas con ligereza las manos a ninguno"
(1 Tím. ,'5:22). Evidentemente esta es una amonestación en contra
de las ordenaciones hechas demasiado a la ligera. El diácono no es
elegido por su personalidad, por su aparente celo por la iglesia, ni
por su popularidad. Si bien es cierto, que todo esto ocupa su lugar,
el diácono es elegido por su evidente demostración de ser "servidor
de Cristo".
La iglesia no debe ordenar hombres que son descuidados en su
vida cristiana. Ni les debe dar tales puestos con la esperanza de
que mejoren. El diácono debía ser un hombre de experiencia. Sin
embargo, no se debe pensar en que sea perfecto, porque nadie es
perfecto. "Irreprensíble" conlleva la idea de no habérsele hecho nin-
gún cargo de injusticia; de resistir un examen imparcial. Debe ser
hallado sin falta.
El punto VII habla de algunas iglesias que practican el mé-
todo del "GlUpO Auxiliar de Diáconos". Precisamente este método
tiene el propósito de dar a los hombres un lugar en el diaconado,
para probarlos y comprobar qué fundamento espiritual tienen.
Si un atleta va a participar en una competencia, debe demos-
trar que es capaz de competir. Lo mismo sucede con el que quiere
ser diácono.
E. EN CUANTO AL HOGAR: 1 Timoteo 3:12
Las relaciones de los diáconos en sus hogares eran tan impor-
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6. tantes, que el Apóstol se vio obligado a hablar claramente sobre el
particular.
1. "... sean maridos de una sola mujer". En los tiempos bíblicos
era común el que los hombres tuvieran más de una esposa. Los
paganos que se convertían al cristianismo no podían repentina-
mente abandonar a sus esposas e hijos. Sabían que tener más de una
esposa no estaba de acuerdo con las enseñanzas de Cristo. Por eso
Pablo, hablando del diácono, dijo que debía ser marido de una
sola mujer.
El diácono y su esposa, que tienen a Dios como el centro del
hogar, notarán que hay recompensa por su dedicación y consagra-
ción.
Este requisito no impide el que un soltero ejerza el diaconado.
La Biblia no nos dice que ser casado es prerrequisito para ser
ordenado diácono. El énfasis que se da a este punto es que si hay
esposa, que sea solamente una.
2. "... que gobiernen bien sus hijos y sus casas." El hombre al
cual se le confía un cargo eclesiástico debe dirigir bien su casa.
¿Cómo puede un diácono gobernar bien su casa y a sus hijos? Lo
hará mediante una entrega de sí mismo en amor íntegro a su fa-
milia. Esto quiere decir que debe dedicarle tiempo a su familia,
amar el compañerismo con ella, disciplinar a los hijos cuando sea
necesario, y proveer tanto para las necesidades materiales como
para las espirituales.
El diácono debe dirigir a su familia de un modo cristiano. Si
le es difícil hacerlo con su familia, tanto más le será hacerlo como
líder en una iglesia. Dios, por medio de su Santo Espíritu, ofrece
la ayuda necesaria para que un hombre evidencie amor profundo
por su familia. 'Este amor ha de ser como el amor que siente hacia
Jesucristo. La capacidad que Dios le ha concedido para cuidar a la
congregación, aumentará su sabiduría para gobernar bien su propio
hogar.
IV. DEBERES
La Biblia enseña claramente lo que un diácono debe ser, pero
no detalla lo que debe hacer. Este hecho debe impulsarnos a me-
ditar sobre el propósito original de la elección de los "servidores de
Cristo". Así podremos formamos una mejor idea de su trabajo.
La iglesia primitiva nombró a "siete varones" para "servir a las
mesas". Tal elección requería hombres que ejercieran un trabajo
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netamente material. Según el Diccionario de la Biblia este trabajo
.. consistía en recoger las ofrendas de la iglesia, distribuirlas entre
aquellos que tuvieran necesidad, visitar a ,los pobres, ~os enfermos,
las viudas y los huérfanos, a los que sufnan persecucíón, y dar el
auxilio y el consuelo necesarios. . ..
Considerando las circunstancias y necesldad~s de la IgleSia a;-
tual el diácono tiene responsabilidades y oportumdad?s q~e van mas
allá' de lo meramente material. Los oficiales de una IgleSIa n.eotesta-
mentaria eran los pastores y los diáconos, de lo cual .se denva q~e
debían mostrar armonía y comprensión en sus re~aclOnes. El diá-
cono no debe interferir en las actividades y Funciones de! pastor.
Un excesivo celo de servicio podría inducirlo a ir más alla de sus
responsabilidades, produciendo por ello tensi?nes. Debe tenerse muy
presente que la labor del diácono es precisamente la de comple-
mentar la obra del pastor y brindarle todo ~,ua1?oyo. .. "
El pastor y los diáconos constituyen un eqUlP? eSJ?mtual , cuya
función es la de proteger todos los asuntos de la Igles~a. Deben lle-
var al hombre a una relación viva y salvadora con Crísto co~o. Re-
dentor, alistarlo en su obra y ayudarlo a c,recer en la f~ ~nstIana.
Si este equipo espiritual trabaja en armorna ?' amor cristianos, el
ministerio de Cristo será más eficiente y desaf¡ant.~ para .e~ mundo,
y el pastor y los diáconos ma~tendrán una relaclOn espmtual que
puede ser la más dulce de, la tierra. .
Dado que hay un sinnúmero de ft~nclOnes que deben desempe-
ñar los diáconos, esbozaremos las más Importante.s: .
-Ayudar al pastor en la visitación a los enfermos y a quienes
por otras razones no pueden salir de su hogar.
-Orar con el pastor antes de los cultos y apoyarlo en oración
mientras está predicando.
-Dar la bienvenida a las nuevas personas que respond~n .a la
invitación del pastor, y participar en el programa de crecimiento
espiritual de nuevos hermanos. .
-Motivar a aquellos miembros apáticos que se han aleJ.ado de
la iglesia para que vuelvan; e instar a los que han oambiado su
residenci~ para que se unan a otra igle~ia bauti~ta, si la hay.
-Ser ganadores de almas. Nada enciende mas la llama del evan-
gelismo en una iglesia que un grupo activo de ganadores de al~as.
-Participar en la administración de las ordenanzas: el bautismo
y la cena del Señor. . .
-Participar aotivamente en las finanzas de la IgleSIa. Para. ello
deben ser diezmeros y deben preocuparse porque los demás miem-
bros también lo sean.
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7. --~.~...~--~-------------------------.--~
-Procurar ayudar a la iglesia a comprender mejor las ideas }'
los planes del pastor.
- Velar porque se le pague al pastor un sueldo justo y en forma
puntual.
-Ser puntuales en la asistencia a todos los cultos.
-Ayudar al pastor, cuando éste se sienta agobiado por los
problemas.
-Estar atentos a los problemas que surjan en la iglesia para
tomar la iniciativa en el asunto, discutiéndolo con el pastor, y guian.
do a la iglesia en el procedimiento que debe tomarse (disciplina,
falsos rumores, etcétera).
-Ser progresistas, en el sentido de favorecer cambios benéficos
en la iglesia, siempre y cuando se vele por mantener la pureza del
evangelio.
-Cuidar las propiedades de la iglesia en el amplio sentido de la
palabra (reparaciones, compra de materiales, etcétera).
-Tener un espíritu de unificación, preocupándose porque los
diversos departamentos o actividades de la iglesia se desarrollen en
armonía.
Las funciones y responsabilidades de un diácono son ilimitadas.
Tal vez algún lector, futuro candidato al diaconado, se asuste de la
responsabilidad de este oficio; pero creemos que el mismo Espíritu
Santo, que ha dirigido e inspirado a tantos hombres en este minis-
terio a través de la historia, lo hará hoy con quienes estén dispues-
tos a desempeñar este cargo tan noble.
V. ELECCION
Se supone que cuando una iglesia bautista elige uno o varios
diáconos, lo hace porque previamente ha estudiado a la persona
que debe ocupar este cargo. ¿Cómo puede la iglesia asegurar de que
la elección que haga será la mejor?
Primeramente debe anunciarse la elección con mucha anticipa-
ción. Así, toda la congregación podrá mantenerse en ferviente ora-
ción para que el Espíritu Santo revele quiénes serán las personas in-
dicadas para ocupar esos puestos.
Para llevar a cabo la elección se pueden seguir diversos mé-
todos: La iglesia puede hacerlo simple y llanamente recibiendo pro-
puestas de la congregación el día de la sesión, para proceder a vo-
tar. La iglesia puede nombrar una comisión que busque posibles
candidatos y los presente a la iglesia. Puede también levantar una
lista de todos los miembros (varones) de la iglesia, que son posibles
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candidatos. Estudiada la lista, se procederá a selecciona~' a aquell~s
--que den indicios de capacidad para el puesto. A~í, si se pIensan elegir
cinco diáconos, escójanse diez de entre los melo~es..
No importa qué método quiera emplear una íglesía, es recomen-
dable proponer un número doble de personas para proceder a la
elección. ,
Si bien es cierto que el pastor y los diacon.os pued~n ten~r mu-
cha influencia en estos nombramientos, es melo~ seg~lr el ..ejemplo
neotestamentario de dejar que sea la congregacion qUIen elija a sus
diáconos (Hch. cap. 6).
'Cuántos diáconos debe elegir una iglesia? El Nuevo Testamen-
to ;0 señala un número determinado. De ahí ~ue e.l número de
diáconos de una iglesia debe estar en pr?porclon directa con el
número de miembros a quienes deben servir. .
¿Tiene vigencia el antiguo precepto bautista "e~ diácono slem~I:e
será diácono"? Sí la tiene. Cuando un hombre ha SIdo ordenado diá-
cono, lo será mientras viva, salvo que por su mala conducta no. sea
digno de ocupar tan noble puesto. Sin embar~?, entre muc~as 19l~-
. bautistas hay una diferencia entre ser diácono y servir contí-
sias . Lsi t d o
nuamente en el puesto. En algunas iglesias existe e SISema e r -
tación de diáconos. Esto es, que un diácono ocupa el puesto por
cierto número de años, se retira por un año para luego comenzar
otro período de actividad. . . .
A pesar de las desventajas o ,vent;J~s qu~ tiene. este SIstema,
parece no violar ninguna instruccion biblíca m oambia e~ ?,oncepto
básico del diaconado. Tal experiencia ha sido de bendición para
muchas iglesias. Por una parte, da la o~ortunidad para .~ue herm~-
nos nuevos, sirvan; por otra, sirve de estímulo pa~a los diáconos n:~s
maduros al ser reelectos un año después. El sI~l.ema d.e rotaclOn
permite que un hombre que físicamente no ,esta capac~~ado para
servir se retire con honor. Proporciona tambien la solución al que
no está dispuesto a pagar el precio del diaconado. . .. .
La iglesia debe orar y estudiar mucho antes de mshtulr. un SIS-
tema de rotación. Debe haber acuerdo por parte de los mI~~bros
antes de instituir este sistema. Es indispensable que los diáconos
inactivos entiendan <lue el año de retiro no implica un afio de va-
caciones, sino que su servicio es valioso en alguna otra area de la
iglesia. . . . d
Cuando un diácono se cambia a otra IgleSia, ¿debe se~ ac~pta o
inmediatamente como diácono por la otra igles~a? No. Sera ~Iembro
activo de la otra iglesia aunque ésta se?a c:¡.uepu~sto ocupo e? la
congregación anterior. Es asunto de la íglesía elegir o no al miem-
-15-
8. .', -----,,,.---------------------
bro que siendo diácono se ha trasladado .a esa nueva iglesia, y pr<>-
barIo así como fue probado en la iglesia que lo ordenó.
VI. ORDENACION
Una vez elegidos, los primeros "siete" fueron presentados a los
apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos (Hch. 6:6).
Fue un reconocimiento público que demostraba la importancia del
nuevo oficio de la iglesia.
En forma similar, la iglesia actual debe tener un oulto de orde-
nación, en el cual con dignidad y sinceridad se exalte el oficio del
diaconado, y se' dirija la atención de Ia congregación hacia la impor-
tancia que los diáconos tienen en la vida de la iglesia,
El candidato sabe que "la imposición de manos" no le confiere
poderes especiales, sino que es un precedente apostólico y, a la vez,
es una promesa de oración, de estímulo y de reconocimiento del
oficio, por parte de los participantes. Habiendo sinceridad en el culto,
el diácono podrá recordar ese acto durante toda su vida.
Como parte del culto, la esposa del nuevo diácono puede par-
ticipar, para que públicamente se reconozca tanto el nueva cargo
que desempeña el esposo como el papel de la esposa de un diácono.
Parte del éxito de un diácono depende de su compañera.
Para estimular la participación de todos, los votos de dedicación
pueden ser dirigidos a los candidatos y a los diáconos en función,
así como a los demás miembros, dado que la función de una iglesia
es una "causa común".
El sermón podría ser de llamamiento a los cristianos, haciéndoles
reflexionar sobre su papel coma "servidores de Cristo". A los que
han tenido un encuentro con Cristo, se les puede instar a aceptarlo
y servirle.
No estará por demás publicar un boletín con motivo de ese
evento. A continuación presentamos unas sugerencias respeoto al
orden del culto:
CULTO DE ORDENACION DE DIACONOS
Preludio
Oración y Bienvenida
Himno
Acto de Ordenación:
Palabras alusivas al diaconado
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Votos de dedicación (los candidatos al lado del pastor o en-
.' cargado de ]a ceremonia)
Pastor: ¿Están de acuerdo en aceptar el diaconado como un
oficio que surgió en los días del Nuevo Testamento, como producto
de una urgente necesidad en torno a un liderazgo dinámico?
Candidatos: Sí.
Pastor: ¿Crecn que por cuanto esta iglesia los ha elegido para
tan alto cargo, los ha elegido para realizar un puesto muy serio
e importante?
Candidatos: Sí.
Pastor: ¿Prometen servir fielmente y hasta el límite de sus ca-
pacidades en el oficio de diáconos?
Candidatos: Prometemos.
Pastor: ¿Prometen renunciar incondicionalmente a este carzo si
por cualquier razón no pueden cumplir sus responsabilidades?o
Candidatos: Prometemos.
Pastor (a los diáconos en función): ¿Prometen como diáconos
de esta iglesia aceptar a los candidatos que van a ser ordenados?
Diáconos: Prometemos.
Pastor: ¿Prometen como diáconos de experiencia ayudar a los
nuevos diáconos en el desempeño de sus labores, orar por ellos y
trabajar con ellos en perfecta armonía y compañerismo?
Diáconos: Prometemos.
Pastor (a todos los miembros de la iglesia): Ustedes, como
miembros de esta iglesia, ¿aceptan a los candidatos que están por
ser ordenados para el diaconado? ¿Prometen ayudarles a servir fiel-
mente en sus nuevos puestos de responsabilidad en la iglesia?
Congregación: Prometemos.
Pastor: ¿Prometen delante de Dios apoyar y respaldar a los nue-
vos diáconos con sus oraciones y por otros medios a su alcance?
Congregaci6n: Prometemos.
CEREMONIA DE LA IMPOSICION DE MANOS
Oración de Ordenación
Himno de dedicación (solo o canto congregacional): "Que mi vida
entera esté".
Entrega de Certificados
Palabras en torno al papel de la esposa del diácono; su importancia.
Oración a favor de las esposas de los diáconos (Cada una en pie
al lado de su marido)
Ofrenda
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9. ~--~----------------------------------------------------------------------------------------------------
Sermón: "La Iglesia y sus Servidores de Cristo"
Himno de invitación
Oración final.
VII. ORGANIZACION
Existe un sinnúmero de ventajas cuando el grupo de diáconos
se organiza para definir sus responsabilidades. Cada grupo, por pe-
queño que sea, puede nombrar cuando menos un presidente y un
secretario. Cuando lo crea conveniente podrá nombrar otras ofi-
ciales. Si esta elección se hiciera cada año, se daría oportunidad
para que todos los diáconos tomen parte activa en la dirección del
grupo.
Es aconsejable que el pastor reúna regularmente a los diáconos
para discutir con ellos asuntos de la iglesia, pero esta Junta de Diá-
conos no debe sustituir la reunión regular de negocios de todos los
miembros de la iglesia. Los diáconos son servidores de su iglesia y
deben obedecerla, no a la inversa. Se ha declarado que los diáconos
no tienen más autoridad que cualquier otro miembro de la iglesia.
Cada diácono y cada miembro tiene derecho al voto. Pero sí debe
haber una cierta administración en la iglesia por la que los diáconos
deben velar.
El compañerismo entre los diáconos debe cultivarse. Para ello
podrán tener algunas reuniones sociales con sus esposas, retiros es-
pirituales, etcétera. También podrán reunirse con el pastor y definir
las responsabilidades del programa de la iglesia. Deberán planear
algún tipo de programa que tenga una proyección a la comunidad.
El trabajo del Señor 110 se circunscribe exclusivamente al templo.
En algunas iglesias se nombra "diácono del mes" al servidor más
activo o que ha tenido algunas responsabilidades especiales.
A fin de conocer más a fondo las necesidades de los miembros,
el grupo de diáconos hará bien en dividir por zonas el área en que
se encuentra ubicada la iglesia, para llevar a cabo un programa de
visitación. Este programa será de gran ayuda, incluso cuando nuevos
miembros son añadidos a la iglesia.
En algunas iglesias hay tres grupos de diáconos: auxiliares, acti-
vos y honorarios. El primer grupo está sometido a prueba según
1 Timoteo 3: 10. Sirve por un período determinado antes de efec-
tuarse la ordenación. Sus integrantes pueden tener voz pero no
voto en las reuniones. En otras palabras, este grupo está compuesto
por futuros diáconos que se están preparando.
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El grupo aotivo está compuesto por los diáconos ordenad~s q~e
llevan a cabo la responsabilidad que les ha encomendado la l~lesla.
El grupo honorario lo forman aquellos que por largo tiempo
han ejercido bien el diaconado, pero que por razones de salud, de
edad, etcétera, no están capacitados para continuar en su cargo.
Como quiera que sea, los diáconos deben organizarse bien para
dar un mejor rendimiento a la iglesia.
VIII. BENEFICIOS DERIVADOS DEL MINISTERIO DEL
DIACONO: Hechos 6:7.
Es interesante resaltar los beneficios inmediatos derivados de la
elección de los siete diáconos.
"Y crecía la palabra del Señor ... " Esto era de esperarse puest~
que los apóstoles dedicaban más tiempo .a. la oración y a la pr~dl-
cación. Había diáconos encargados de ministrar a los pobres mien-
tras ellos predicaban. Es indiscutible. ~ue .cuando ~na. iglesi~ tiene
diáconos fieles y consagrados, el ministerio del púlpito sera. ben-
decido. Los diáconos pueden lograr que su pastor sea un predicador
más capaz y predique con mayor poder espiritual.
" y el número de los discípulos se mutliplicaba grandemen-
te " Hubo un enorme avivamiento y la iglesia creció. Obviamente
Dios se agradó de ese nombramiento y del servicio que aquellos
siervos prestaban. El resultado fue un continuo ~recimiento de. la
iglesia de Jerusalén. La experiencia neo,testamentan~ pu~de ~e.p,etlfse
en la iglesia de hoy, si los hombres estan en la m~J?r disposición de
aceptar su puesto de privilegio y de responsabilidad en la con-
gregación.
"... también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe." Tan
grande fue el avivamien,to inducido por la o?ra de los siete, que la
palabra de Dios penetro en el campo enemigo. ..
Hermano diácono: ¿Está interesado en el crecimiento de su
iglesia? Sea fiel y verá los resultados.
Difícil es expresar adecuadamente los grandes beneficios que
un fiel cuerpo de diáconos aporta al crecimiento de la obra de
Dios.
IX. LA DIACONISA
Hay quienes creen que existe un trabajo equivalente al del
diácono que corresponde a la diaconisa. Quienes piensan de esta
manera fundamentan su argumento en Romanos 16:1, haciendo
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10. ----~~,.----~----------------------~--~---------------------------------------------
referencia a Febe, como diaconisa de una iglesia. En la antigua
versión de Cipriano de Valera y en la versión de 1960 se encuentra
el término "diaconisa". Otras versiones, incluyendo la Versión Popular
"Dios Llega al Hombre", usan la palabra "sierva". El asunto que
nos ocupa es saber si "diácono" se usa en sentido general o técnico,
tal como aparece en Filipenses 1: 1.
A favor de la tesis fundamentada en la existencia de diaconisas
existen los siguientes argumentos:
1. En la antigüedad se sintió la necesidad de contar con un gru-
po de mujeres-diáconos para que realizaran alguna labor en el
campo femenino, así como entre los hombres se necesitaba un
diácono-varón.
2. Es de suponer que el "... asimismo ... " de 1 Timoteo 3: 11
se refiere tanto a la descripción de los diáconos, hecha antes y des-
pués, como se requería igualmente que fueran las mujeres.
3. Algunos libros post-apostólicos de los siglos segundo y tercero
describen las' funciones' de las diaconisas:
a) Ayudaban en el bautismo de las mujeres
b ) Visitaban los hogares de los gentiles en que había mujeres
creyentes
e) Visitaban y ayudaban a los enfermos
4. El empleo de "de la iglesia" en Romanos 16:1 favorece el
uso técnico de la palabra.
5. 1 Timoteo se ocupa principalmente de los oficiales de la iglesia.
Argumentos en contra:
1. En ninguna parte el Nuevo Testamento describe una orden
ministerial de diaconisas.
2. 1 Timoteo 3:11 habla de las esposas de los diáconos, para
completar la secuencia lógica de pensamiento: diáconos, esposas de
diáconos y familia de diáconos'.
3. En la literatura de los siglos segundo y tercero hay escasa
información en tomo a las diaconisas.
4. Si Pablo se refiere a un tercer cargo en la iglesia (diaconisas)
¿Por qué insertó la referencia (1 Tim. 3: 11) en las instrucciones
para los diáconos? Sería lo suficientemente importante como para
tratar el asunto eÍl una sección aparte.
5. La primera referencia directa al diácono como oficial de la
iglesia se encuentra en Filipenses 1: 1. El libro a los Romanos fue
escrito seis o siete años antes que Filipenses. Esto habría hecho
aparecer el cargo de diaconisa antes que el de diácono, lo cual
sería una circunstancia improbable.
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6. Hay una ausencia notable de organización eclesiástica en la
iglesia de Cencrea.
No hay evidencias suficientes para aseverar que las diaconisas
tenían una organización aparte de los diáconos. Basar un puesto de
la iglesia en la información suministrada por Romanos 16:1 no es
lo más aconsejable. Sin embargo, ha habido y habrá ocasiones en
que una mujer ocupará el noble cargo de diaconisa, si la congrega-
ción, por el número de miembros o porque no hay varones capaces,
se viera en la necesidad de hacerlo.
X. LA ESPOSA DEL DIACONO
La mayor parte de los intérpretes se ínclina a creer que 1 Ti-
moteo 3: 11 se refiere específicamente a la esposa del diácono, pa-
ra luego hablar sobre la vida familiar del diácono. Sea esto así o no,
la verdad es que la esposa del diácono debe tener las mismas vir-
tudes que su esposo. Implica dedicación personal y sensibilidad
para compartir con su esposo el servicio de la iglesia, para la gloria
de Dios.
El consejo de Pablo en 1 Timoteo 3:11 es apropiado para la
esposa del diácono. Básicamente, Pablo declara que aun cuando la
esposa sea joven, necesita la madurez de la mujer adulta para rela-
cionarse con los miembros de la congregación. Debe, por consi-
guiente, llevar una vida respetable, cuidar su lenguaje. No puede
ser calumniadora ni chismosa. La obra de un diácono puede ser des-
truida fácilmente con la actitud y las palabras de su esposa.
La compañera del diácono debe ser sobria y templada, lo cual
corresponde a nivel de diácono "no dados a mucho vino ... " Ella
debe ser fiel en todo y sabrá ganarse la confianza de la congre-
gación.
La esposa del diácono que desea que su marido ejerza su cargo
máximo, debe cultivar las cualidades dignas de una vida cristiana
consagrada.
XI. DEBERES DE LA IGLESIA HACIA EL DIACONO
Se ha escrito mucho en torno a las responsabilidades del diácono
para con la iglesia, pero se ha hablado relativamente poco de los
deberes de la congregación hacia sus diáconos. Justo es, entonces,
esbozar algunas de las responsabilidades de la iglesia:
-Debe definir las funciones de los diáconos y hasta dónde puede
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11. llegar su autoridad. Muchos posibles malentendidos se evitarán cuan-
do se delimita un trabajo.
-Está en la obligación de buscar la voluntad de Dios en la se-
lección de sus diáconos; de lo contrario, las relaciones' entre la con-
gregación y ellos serán muy pobres.
-Debe orar continuamente por los diáconos que están en plena
función. La oración hace que los diáconos sean más fieles y respon-
sables en. la obra.
-Debe tratar de seguir el liderazgo marcado por los diáconos.
Las diferencias de opinión son evidentes en la obra del Señor, pero
si ellos han sido seleccionados como líderes y bajo la guía del Espí-
ritu Santo, la iglesia estará presta a escuchar a sus diáconos.
Una iglesia agradecida debe demostrar su aprecio por los diá-
conos y por sus esfuerzos a favor de la iglesia. Tal reconocimiento
traerá futuros esfuerzos para la gloria de Dios.
lentía en este respecto, cosa que no se obtiene sino después de
hab~r ocupado una excelente posición en la iglesia. El diácono ha de
sentirse recompensado cuando ve prosperar su iglesia; sin embargo,
mayor será la recompensa que le espera en los cielos.
CONCLUSION
XII. LAS GANANCIAS DEL DIACONO: 1 Timoteo 3:13
El paso más importante que un hombre da en la vida lo ex-
periment~ cuando ~e.en~rega totalmente a Cristo. Junto a ~sta en-
trega, eXlst~ un privilegio ,que demanda lealtad a una iglesia neo-
testamentaria: la m~mbresIa. Dentro de la iglesia existe un cargo
muy noble, el del diaconado. El cristiano que ha decidido aceptar
este puesto ha hecho la mejor inversión de su vida. Sabe ser un
"servidor de Cristo".
Si los primeros "siete" elegidos no fueron los primeros diáconos,
por lo menos son los antepasados espirituales de los diáconos ac-
males. Así como los diáconos fueron una necesidad en los días del
Nuevo Testamento, lo son aun más hoy. Es importante recordar que
a~uellos fue~~n ~gidos no para desempeñar un cargo de honor
SIllO de servicio. DIChosoel pastor y la iglesia que cuentan con diá-
conos que c~laboran efic~entemente en la iglesia y que son ejemplo
de consagración, prudencia y sabiduría.
Como Hebreos 11 cita la enorme lista de los fieles el diácono del
siglo XX puede sentirse orgulloso de una herencia q~e le pertenece,
porque va tras las huellas de una multitud de fieles "servidores de
Cristo", quienes a través de los siglos han ayudado a los hambres de
Dios y han sostenido en las iglesias la obra de Dios.
El diaconado demanda un trabajo arduo, una consagración com-
pleta y un sacrificio grande. Cabe preguntar entonces, ¿Hay alguna
ganancia por ejercer tal ministerio? En un sentido, al cristiano le
es difícil hablar de recompensas, puesto que es deudor de la gracia.
Aun así, Dios, al prometer recompensas, anima al cristiano y exige
de él un mayor esfuerzo,
"Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un
grado honroso. , ." El vocablo "porque" introduce un resultado que
actúa como incentivo para realizar tal oficío de una manera eficaz.
Sería lo mismo decir que una persona que ha hecho algo bien,
recibe algo como recompensa.
El primer resultado de "los que ejerzan bien" es un "grado hon-
roso". En el griego esto conlleva la idea de "peldaño", preferido
a un grado de dignidad. Al ejercer bien su ministerio, el diácono
obtiene una magnífica posición entre los hombres. Se da, por su-
puesto, un, énfasis en la actividad, la cual no se ha completado sino
que se está adquiriendo. Quienes trabajan bien, se aseguran un lugar
de alta estima y de influencia en la iglesia.
"... y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús... " Los
primeros apóstoles hablaban de la palabra de Dios con toda con-
fianza por su Íntima comunión con Jesucristo. Lo mismo sucede con
el diácono actual que pone su mira en Jesucristo.
La iglesia de hoy tropieza con muchos tímidos y hay po<:oshom-
bres que hablan confiadamente. El diácono debe ser ejemplo de va-
RECOMENDACION
Se recomienda que se use este estudio: (1) Con LOS DIACONaS
p~a estudiar de nuevo sus oportunidades, privilegios y responsa~
bilidades, a fin de que redoblen sus esfuerzos como "servidores de
Cristo". (2) Con LOS CANDIDATOS para el oficio de diaconado antes
de la ordenación. En la última reunión sería bueno que sus
esposas les acompañen para que ellas conozcan mejor la labor del
fu~uro diácono. (3) Con LA CONGREGACION, para recordar a los
mle~bros lo q~e significa el desempeño del diaconado y la ímpor-
tancía que reviste tal nombramiento.
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