El documento discute si "el fin justifica los medios" desde diferentes perspectivas. Desde una perspectiva bíblica, no hay fin que justifique medios inmorales o que violen la ley de Dios. Dios es bueno y justo, y Su ley prohíbe acciones como el asesinato y el engaño. Además, como Dios tiene un plan y propósito soberanos, los cristianos no deben quebrantar Sus mandamientos o negar Su providencia al buscar lograr un resultado deseado.