Richard Klukinski tuvo una infancia violenta en un barrio marginal, con un padre alcohólico que maltrataba a la familia. Esto lo llevó a una vida delictiva desde temprana edad, robando y matando a su primera víctima a los 13 años. A lo largo de su carrera criminal desde 1948 a 1986, Klukinski reconoció haber asesinado al menos 200 personas de diferentes formas, actuando también como asesino a sueldo. Se caracterizaba por ser un psicópata sin empatía ni remordimientos