El metabolismo convierte los nutrientes de los alimentos en energía a través de procesos químicos y físicos en las células para que el cuerpo pueda funcionar y realizar funciones vitales como la digestión y circulación sanguínea. La sangre transporta los compuestos de los alimentos a las células donde las enzimas aceleran las reacciones químicas para liberar o almacenar energía, la cual se mide en calorías, y un exceso se almacena como grasa.