El documento discute el papel de la criminología y la criminalística en la prevención del delito. Explica que la criminología estudia las causas del crimen, mientras que la criminalística reconstruye los hechos delictivos. También señala que el derecho penal está en crisis y que se necesitan políticas criminológicas basadas en evidencia para prevenir el crimen de manera más efectiva a través de la educación y el tratamiento penitenciario.