2. Había una vez un anciano que vivía con su
esposa cerca de mar.
Hacía más de 30 años que vivían una cabaña
muy vieja y destartalada.
El anciano cogió un cerco de pescado que
había tejido su mujer. Se fue a pescar, lanzó
sus redes en el mar pero no pescó nada.
4. Una vez más intentó ir de
pesca. Y esta vez pescó un
pequeño pez de oro. Cuando
lo sacó de la red oyó una voz
que decía:
- Déjame vivir en el mar y te
concederé lo que quieras.
Sorprendido, el anciano, se
asustó y lo lanzó al mar.
Durante toda su vida no había
oído hablar a un pez. Pero el
anciano le dijo al pez que no
quería nada de él.
5. Una vez llegó a casa, explicó a su mujer la
historia del pez.
La anciana gritó que había hecho mal. Que
no tenían ni pan para comer y que su
barreño para lavar la ropa estaba roto. Le
dijo a su marido que volviera al mar y le
pidiera al pez las cosas que necesitaban.
El anciano volvió al mar y llamó al pez. El
mar se revolvió y apareció el pez de oro .
- ¿ Qué quieres anciano?
- Mi esposa desea pan y un barreño
nuevo para la ropa.
- No te preocupes, vete a casa
tranquilo.
6. Volvió a casa y la anciana aún no estaba
contenta. Le dijo a su marido:
- Qué necio eres viejo! Le has pedido
al pez solo pan y un barreño? Me lo he
pensado mejor y ahora quiero una casa
nueva! Vuelve al mar y pídeselo al pez de
oro.
El anciano volvió al mar y llamó al pez.
- Qué quieres de nuevo?
- Mi mujer, está loca, ahora quiere
una casa nueva muy grande.
- No te preocupes , vete a casa y
tendrás una casa nueva.
7. Cuando llegó a casa su mujer volvió
a regañar al anciano. Ya no estaba
contenta con su nueva casa. Ahora
quería ser joven y reina. El anciano
volvió al mar y le pidió al pez el
deseo de su esposa .
Cuando volvió a casa se encontró su
mujer con muchas joyas, con
vestidos bonitos y criados. Envió a su
marido a trabajar en el establo con
los caballos durante dos semanas.
8. Pero la anciana quiso más cosas . Le pidió
a su marido que buscara el pez. Ahora ya
no estaba contenta con todo lo que tenía.
Quería que el anciano pidiera al pez ser la
diosa del mar y dominar todos los peces.
Pero el pez se enfadó, no dijo nada y se
marchó. El anciano esperó más de dos
horas pero el pez no apareció.
Después hubo una tormenta y lo destruyó
todo .
Al cabo de unas horas el anciano apareció
en la orilla del mar junto a su antigua
cabaña. Vio a su mujer al lado del barreño
roto.