2. LOS BRUJOS DE PASCO
Cachiche es el nombre de un pueblo, que desde
épocas pasadas fue sinónimo de hechicería para
muchos peruanos, Cachiche parecia un pueblo de
brujas, pues albergó incontables mujeres que de
acuerdo con los iqueños, poseían poderes
sobrenaturales, utilizados –segun decían– para
extirpar los males del cuerpo y preparar brebajes
que garantizaban el amor de la pareja, entre
otras santerías.
La bruja mas famosa de Cachiche es sin lugar a
dudas Julia Hernández Pecho Viuda de Díaz, una
bruja que segun cuentan murió a los 106 años de
edad, luego de una azarosa vida llena de
sortilegios y hechizos, pero sólo de los buenos,
de los que curan, de los que reconcilian
corazones. Ella no hacía daño. Ella no era "malera
3. Esto es lo que afirman sus defensoras, sus
historiadoras
oficiosas,
aquellas
que
vaticinan un retorno seguro a Cachiche si se
contemplan fijamente los ojos de la
estatua, aquellas que cuentan -con espanto
y horror- la apocalíptica y certera profecía
de la palmera de las siete cabezas. Una
demostración evidente -dicen ellas- del
poder sobrenatural de doña Julia.
Cuenta la leyenda que la bruja predijo que
Ica se hundirá cuando reverdezca la
séptima cabeza de la palmera que se
encuentra en la laguna seca.
Y la bruja acertó, pues Ica quedó bajo las
aguas en enero de 1998. El río se desbordó,
miles de personas resultaron damnificadas.
La gente asegura que ese año no se mochó,
ni se quemó la séptima cabeza de la
palmera, desde esa fecha no han dejado de
hacerlo.
4. LOS TRES TOROS
Los pastores emigraban con sus rebaños de vez
en cuando. En una oportunidad se presentaron
allí, sucesivamente tres gigantescos toros de
filudas astas, uno de color blanco, otro de rojo
fuego y el tercero negro carbón. El primero,
escarbaba el suelo, emitía sonoros bufidos, al ver
el segundo. Se enfrentaron en pelea salvaje.
Cuando este se alejó al ver al tercero
coléricamente lo envistió y se queda dueño del
pastizal. No permitía que humano o animal
alguno se aproximara.
La noticia cundió en los lugares aledaños.
Afanosos de cazarlos 30 jóvenes a pie y caballo,
con palo, hondas, lanzas, y garrotes se dieron
cita a Santa Rosa. Los cornúpedos al ver a la
muchedumbre
corrieron
en
diferentes
direcciones y desaparecieron. El blanco enrumbó
a Colquijirca, el negro por tras de los cerros de
Paragsha y el rojo hacia Lourdes.
5. PABLO CURU
Con la cabeza gacha, y la dificultad de sus pies descalzos, la
anciana tomó el camino de regreso a casa. Cuando estuvo a
salvo de la vista de su nuera y sin poder resistir más el peso
de su dolor hincó sus rodillas en tierra, empalmando sus
manos en ruego y, con los sollozos ahogándole el alma, dijo:
- ¡Dios mío… Dios mío!…¡Mi hijo, a quien amo tanto se ha
escondido por no verme… ¿Por qué es así?…¿Por qué?…- Yo no
iba a pedirle nada, nada. Sólo quería verle. Hace tiempo que
no sé nada de él. ¡Cree que le voy a pedir sus papas, no
señor, no!…¡Tú sabes, que no es así!. Más bien te pido que le
des toda la papa que puedas, en abundancia. ¡Que nunca le
falte!…!Que viva siempre entre la papa!- y siguió llorando
desconsolada.Mientras tanto, allá en la troje de papas, la
mujer
de
Pablo
daba
grandes
voces:
- ¡Ya puedes salir, Pablo!….¡Tu madre se ha ido!.La hojarasca
de papa ni se movió. Entonces, intrigada la mujer comenzó a
retirar la “yora” y, al llegar al final, se estremeció de horror.
En el lugar donde había ocultado a su marido, halló gran
cantidad de gusanos alargados de cuerpo blanco y cabeza
marrón que se retorcían en el suelo.
6. LA TRUCHA
Este era un pescador de truchas que perseguido por la
mala suerte, rara vez podía cobrar alguna pieza
apreciable; sin embargo, empeñoso como era, salió un
día con el alba, dispuesto a hacerse de las mejores
piezas. Su tenacidad y fe lograron un triunfo final.
Aquel día cobró tres enormes y apetitosas truchas. Muy
feliz llegó a su casa diciéndole a su mujer:
- ¡ Mira lo que traigo mujer!. ¡Tres truchas de las más
grandes!. Como mañana cumplimos dos años de
casados, invitaremos a almorzar con nosotros al señor
cura y así nos tocará una trucha a cada uno.
Como se dijo, se hizo. El día señalando, el pescador fue
a buscar al cura en tanto su mujer preparaba el
almuerzo. Al ver ya listas las truchas. La mujer dijo:
- Voy a probar si están sazonadas. Comenzaré con la
mía. –pellizcó su trucha y la probó; al sentirla tan
agradable siguió comiendo. Cuando se dio cuenta, ya se
había acabado su parte- esta sí que estaba rica. Voy a
probar la de mi marido, no vaya a ser que le falte algo
de sal.
7.
8. En el remanso de un río, en cuyas aguas tranquilas los
rayos del sol arrancan extraños fulgores a los guijarros,
las ondas del agua impulsadas por un viento con olor a
hierbas van a morir a la ribera. Allí, una joven hermosa
contempla su imagen cargada de tristeza. Su mirada fija
en el agua se ilumina de pronto al oír una conocida voz
que la llama.
-¡Tiucha!… ¡Tiucha!.
-¡Donato!.
-¿Dónde has estado, Tiucha?.
-En mi casa, Donato. No me dejaban salir.
-Te he estado buscando; todos los días he venido por
aquí. Tú recién te presentas… ¿Por qué Tiucha?.
-Mi papá no me deja salir, Donato. Está muy molesto.
-Pero… ¿Por qué?