El reinado de los Reyes Católicos marcó el inicio de la Edad Moderna en España. Unieron las coronas de Castilla y Aragón a través de su matrimonio, aunque mantuvieron las instituciones separadas. Sus objetivos incluyeron la unidad religiosa mediante la Inquisición y la expulsión de judíos y musulmanes, así como la implantación de un estado moderno y autoritario. Carlos I heredó su imperio pero enfrentó problemas internos por su origen extranjero y externos por conflictos en Italia y Alemania.