El documento describe el sueño de Jesús de establecer el Reino de Dios en la Tierra. Jesús anunció que el Reino de Dios ya había comenzado y llamó a la gente a adherirse a este mensaje de amor, misericordia y justicia social. Aunque Jesús fue crucificado, su sueño nunca murió y continúa siendo la inspiración para quienes trabajan por un mundo más justo y compasivo.