El suelo es un valioso recurso natural y la parte más superficial de la corteza terrestre. Existen diferentes tipos de suelo como el fértil, rocoso, arcilloso y arenoso, cada uno con características que afectan su capacidad para soportar vida vegetal. El suelo fértil es bueno para la agricultura mientras que los suelos rocosos, arcillosos y arenosos limitan el crecimiento de plantas.