Luigi Galvani, un médico fisiólogo italiano, identificó la electricidad animal a través de experimentos con ranas. Al tocar una rana muerta con una barra de metal durante una disección, notó que sus extremidades se contrajeron, lo que lo llevó a concluir que la electricidad innata en los nervios y músculos es la fuerza que anima el cuerpo. Más tarde, aplicó una descarga eléctrica directamente a la médula espinal de una rana muerta y observó contracciones musculares similares, lo que lo condujo