En la antigua Grecia, la medicina pre-hipocrática concebía la enfermedad como un castigo divino o la acción de entes malignos. La salud era muy valorada, y los recién nacidos débiles eran a menudo abandonados o muertos. Los ritos de curación implicaban sacrificios para limpiar las culpas y apaciguar a los dioses. La medicina dependía de la magia y los encantamientos, considerándose las enfermedades fenómenos sobrenaturales. Con Hipócrates surgió una concepción