La falta de higiene puede causar mal olor corporal debido a la interacción de bacterias y sudor, y también puede conducir a enfermedades generales al facilitar la transmisión de bacterias de una superficie a otra. Además, la falta de higiene dental permite la acumulación de placa y cálculo que irritan las encías y pueden causar gingivitis e incluso la pérdida de dientes.