Un sistema se define como un conjunto de elementos relacionados que interactúan para lograr un objetivo específico. Existen dos tipos de sistemas: abiertos, que interactúan con su entorno, y cerrados, que tienen límites definidos. Ambos tipos comparten características como una función limitada y la capacidad de alcanzar el mismo resultado de diferentes maneras, pero los sistemas abiertos están más sujetos a la entropía o tendencia al desorden.