2. ¿Por quien estamos?
● Esta es una pregunta que realmente traerá mucha
polémica, ¿Por quien estamos?, lo digo ya que he
notado un factor un poco crudo entre el pueblo de Dios
que realmente me sorprende.
● Recuerdo muy bien cuando llegue a mi congregación,
como los lideres realmente buscaban al nuevo, lo
visitaban y hacían de lado muchas cosas por
ayudarlos, yo fui muy bendecido de tener ese trato por
parte de mi madre espiritual y algunos otros miembros
de la congregación, pero hoy en día ya no hay ese
enfoque.
3. ¿Qué cuidamos?
● Una frase que escuche de una líder de mi congregación me dejo realmente aflijido “Aquí nadie es
indispensable”, ¿realmente porque lo dijo? Si la meta o razón de vivir es llevar el mensaje de
Jesucristo a otros, ¿En que momento las personas pasaron a segundo plano y las cosas se
volvieron primordiales? Yo como cualquier persona soy de la creencia que se debe cuidar el
púlpito, tener muy en cuenta la vida de una persona para que predique, dance, cante, toque,
actué, etc. Pero nunca llegar a preocuparme más de quien coje la guitarra que la persona que
quisa necesite de mis oraciones y discipulado, se puede poner otro guitarrista, es cierto, otro
pianista, a la final yo vivo en una ciudad que se la conoce por ser cuna de artistas y músicos
calificados hay muchos, ¿Pero se podrá remplazar a una persona del lugar que Dios la puso?,
¿Se podrá rechazar un corazón?, ¿Se podrá decir adios a una alma?.
4. Nadie es reemplazable
●
Si, se puede sustituir a una persona en un cargo, pero no se puede sustituir una
persona por otra, realmente cada alma que se predica tiene un especial valor
para Dios, recuerda que Jesús mismo dijo en Lucas 17:2 que no hagan daño al
nuevo, que cada uno de nosotros somos su especial tesoro, creados por su
mano y su amor por cada uno de nosotros es más grande que cualquier cosa
creada, Jesús dio la vida por cada uno de nosotros, no dio la vida, por la política,
ni por las bellas artes o por la administración de nada, lo dio por una persona,
para concluir.
● Dios te ama con tus habilidades o no, los hombres podemos tener preferencias,
quitar o poner en cargos, pero para Dios, tu eres la suficiente razón para morir.
Romanos 2:11 dice que el no rechaza a nadie,