La religión provee fortaleza para enfrentar las vicisitudes de la vida al brindar una lealtad estable a Dios y una meta firme más allá de los asuntos transitorios. Aquellos que han nacido del espíritu pueden mantener la calma ante la adversidad sabiendo que las catástrofes conducen a nuevas realizaciones. La religión inspira a vivir con alegría y valentía combinando valores como el amor y la tolerancia.
Escrito 104 realidades del evangelio del reino de jesús.
Escrito 81 vicisitudes inescapables de la vida
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DE: JAIME DÍAZ PAGE –MÉXICO-
NOVIEMBRE 2011
ESCRITO 81
SOBRE LAS VICISITUDES INESCAPABLES DE LA VIDA
LO QUE NOS BRINDA LA RELIGIÓN
1.- La religión, el don supremo que tenemos, nos prepara para enfrentarnos
valiente y heroicamente a las ‘vicisitudes de la vida’. La religión es lo único que
nos permite continuar y resistir en la vida, para “Ver a Dios, a Aquel que es
invisible”. La verdadera religión actúa en nosotros fortaleciendo, modificando y
enriqueciendo nuestra conducta humana y espiritual al interactuar con ella; este
hecho bienaventurado es el resultado natural de ser poseídos por la verdadera
religión. La religión que nunca estará complacida con el simple pensamiento y el
sentimiento no actuantes. 1121.1
2.- Sólo al meditar ante la presencia de Dios, podremos decidir sabiamente
sobre los asuntos transitorios de la vida terrenal y trascender el egoísmo personal,
considerando las realidades de los significados divinos y los valores espirituales.
1093:2.
3.- La religión nos provee de una lealtad estable con Dios y de una meta
firme y segura que está por encima de los asuntos transitorios de la vida.
Necesitamos del apoyo de la Experiencia religiosa con las Realidades Eternas, ante
las confusiones en el medio ambiente que cambia rápidamente. 1092:6.
4.- La religión de la experiencia personal nos inspira para a vivir con
alegría y valentía en el mundo; combinando el amor, la bondad, la tolerancia, la
paciencia, la misericordia, la dedicación y la simpatía. 1093:1
LOS QUE HAN NACIDO DEL ESPÍRITU
1.- A los creyentes del reino que conocen a Dios, ¿que importa si las cosas
visibles se destruyen, si caen las naciones o se termina una era? ellos saben que las
seguridades transitorias o terrenales son vulnerables, y que las certezas
espirituales se impregnan en su mente y en su alma. Cuando la adversidad humana
golpea sus almas, permanecen en la seguridad de su bastión interior, la citadela
del espíritu, que es absolutamente inatacable. A los que han recibido la seguridad
de la vida eterna, ningún altibajo de la vida material les debe preocupar. Estos
creyentes son los ciudadanos acreditados de los mundos celestiales. (Jesús). 1096.4;
1916:2.
2.- Los que han nacido del espíritu: a) tienen una nueva motivación y son
capaces de permanecer tranquilos mientras sus ambiciones y anhelos más
profundos se derrumban; b) saben, que las catástrofes son “cataclismos que
estropean y redireccionan sus creaciones temporales”, como eventos previos a la
edificación de unas realidades más nobles y perdurables, en un nivel nuevo y más
sublime de logro universal. 1096.5