Este documento presenta consejos para padres sobre cómo fomentar una buena convivencia con sus hijos adolescentes. Propone 5 pasos clave: 1) crear un ambiente seguro y positivo para el aprendizaje, 2) usar una disciplina asertiva, 3) tener expectativas realistas, y 4) cuidarse uno mismo como padre. También enfatiza la importancia de establecer normas y límites claros, monitorear a los hijos, reforzar los vínculos afectivos y comunicar expectativas.
4. Para esto iniciaremos 5 pasos importantes:
1.- Crear un ambiente seguro e interesante
en nuestro hogar.
2.- Ambiente Positivo para el aprendizaje
3.- Disciplina Asertiva
4.- Tener expectativas realistas de
nuestros/as hijos/as.
5.- Cuidarse a sí mismo como padre o Madre
5.
6. “La seguridad que encuentra el niño en la
disciplina es esencial, ya que sin disciplina, no
existen barreras.
Los niños necesitan barreras, encuentran
seguridad en ellas.
Saben que son queridos cuando un padre, madre
o cuidador se preocupa lo suficiente como para
obsequiarles con una disciplina.
La disciplina es enseñar, no golpear”
7. Nos centraremos en 4 acciones:
1.- Monitorearemos y supervisaremos a
nuestros hijos/as.
2.- Reforzaremos nuestro vínculo afectivo y
la calidad de tiempo que les entregamos.
3.- Estableceremos Normas y Límites claros.
4.- Les comunicaremos las expectativas que
tenemos de ellos/as.
8.
9. La palabra Límites hace referencia a las restricciones que se
deben establecer, primero desde el hogar, para que la
persona o en este caso nuestros jóvenes aprendan a
desenvolverse con otros/as y a respetar las normas
sociales.
La ausencia de normas y límites en la familia puede traer
consecuencias negativas en la educación de los jóvenes
aumentando la rebeldía y conductas antisociales.
El poner normas y límites ayuda a la familia a delimitar y
exigir algunas conductas que darán por resultado la crianza
de una mujer u hombre de bien.
10. Algunos padres tienen temor de poner límites
a sus hijos, tienden a confundir el poner
límites con una crianza rígida y autoritaria, en
algunos casos tienen temor de generar un
trauma en sus hijos, lo cual va a influir de
manera negativa en el desarrollo del joven.
Algunos beneficios de poner límites: Les
protege del peligro, respetan a los adultos y
su autoridad, tienen buenos modales, son
responsables y autónomos.
11. 1.- Diferenciar entre Normas, Premios
(beneficios) y Castigos (Adecuados a la falta)
2.- Establecer normas básicas entre todas las
personas adultas que conviven en casa.
3.-Reunión familiar para comunicar las
Normas y dar oportunidad a sus hijos e hijas
que negocien algunas
3.- Ser Firme y Consecuente
4.- Establecer claramente qué pasará si no se
cumplen estas normas(castigos) y qué
premios (beneficios) si se cumplen.
12.
13. Para tener una buena relación con los jóvenes es
esencial mantener una comunicación fluida con
ellos/as.
Conoce sus amistades e intereses.
Comparte con él/ella tus vivencias cotidianas y las
cosas que te agradan.
Pregunta siempre cómo estuvo su día. Mírala/o a los
ojos cuando preguntes y cuando responda. Si no
quiere hablar, dile dónde estarás por si quiere
conversar. Dale espacio.
No tome los problemas de sus hijos como propios.
Deje que él /ella maneje su vida y tome sus
decisiones, pero exíjale que éstas no afecten a los
demás.
14. Las reglas de la casa deben estar claras, así como
las consecuencias por no cumplirlas. Recuerda,
no eres su amigo/a eres su
padre/madre/cuidadora, la figura referente de
autoridad y afectividad.
No evite hablar con ellos/as de sexo y de las
consecuencias graves que trae la
irresponsabilidad. Así también sobre las drogas.
Nunca compare a sus hijos e hijas con sus
hermanos/as, primos/as, vecinos/as, etc.
No tema pedir consejo a las profesionales de la
escuela.
15.
16. Los jóvenes necesitan autonomía para tomar
sus propias decisiones, lo que trae consigo el
“ensayo y error”
En esta etapa debemos acompañarlos, pero
también darles su espacio. Que sepa que
puede contar con nosotros/as.
Frente a situaciones que nosotras veamos
que pueden pasar, podemos aconsejarlos/as
de forma preventiva, para que nuestros/as
jóvenes sepan qué hacer y también asumir las
consecuencias de sus acciones.
17. Entre más alta autoestima tenga nuestro/a hijo/a,
menos influenciado será por sus pares en conductas
negativas o peligrosas. Esto se logra cuando el
estudiante sabe que el afecto de su familia es
incondicional, pero se le exige disciplina, cumplir con
sus deberes y se le premia o castiga cuando
corresponde.
Los padres influyen sus valores morales, sociales,
religiosos y en la comprensión del mundo adulto.
Los pares influyen naturalmente en modas, música,
diversión y modos de hablar.
18. Los niños cuando ya pasan a ser jóvenes
debieran ser cada vez más autónomos, esto
quiere decir, que ya saben cómo conducirse por
la disciplina, hábitos y normas que se les ha
inculcado desde pequeños en sus hogares.
Esto significa: Conocen los horarios para cada
actividad (ej: dormir, bañarse, levantarse, tareas,
comer, estudio, colaborar en casa, etc.)
Si nunca han tenido horario para estas
actividades y/o es variable, es muy difícil instalar
una disciplina y por ende otorgarles Autonomía.
Primero el adulto debe encargarse de instalar la
disciplina, hábitos y normas en casa, para luego
el joven ser responsable de sí mismo.