El documento describe cómo investigadores de la UNAM desarrollaron una espuma biodegradable a partir de las semillas del tamarindo como una alternativa al unicel. La espuma se degrada completamente en 3 meses y podría reemplazar al unicel, que es dañino para la salud y el medio ambiente. Actualmente México consume grandes cantidades de unicel y desecha muchas toneladas de semillas de tamarindo cada año.