La égloga II analiza el simbolismo del espejo y la fuente. El espejo simboliza una puerta que permite al alma pasar a otro lado, separándose de la realidad. La fuente, reflejada en el espejo, permite a Camila pasar a un estado opuesto a Albanio y ver la verdad sobre sí misma. La fuente también simboliza la regeneración, purificación y constancia frente a la adversidad para Albanio, ayudándolo a abrir los ojos a una realidad que negaba.