Boletín Etices, N° 3 del volumen 8, de la Universidad CES, el cual contiene un texto extenso de mi autoría dedicado a los aspectos bioéticos de la guerra y la tecnología bélica.
Artículo de mi autoría publicado en el año 2015 en el volumen 16, número 1, de la Revista de Bioética Latinoamericana, adscrita a la Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela.
Este documento discute el concepto de metafísica y su relación con las ciencias y la religión. Examina cómo las ciencias han adoptado un enfoque más metafísico al explorar el origen de la vida y la conciencia. Sin embargo, también señala las limitaciones de las ciencias para explicar completamente estos conceptos. La metafísica se ocupa de preguntas trascendentales sobre el sentido y el destino humanos que van más allá de lo que puede explicar la ciencia.
La barbarie del_especialismo. José Ortega y GassetJorge Pacheco
Este documento resume el argumento de José Ortega y Gasset sobre cómo la especialización en la ciencia ha dado lugar a lo que él llama "hombre masa". Explica que a medida que la ciencia se ha vuelto más especializada, los científicos han perdido contacto con otras áreas de la ciencia y una visión integral del universo, lo que los ha convertido en primitivos y bárbaros a pesar de su estatus elevado en la sociedad.
INGENIERÍA GENÉTICA ¿Sueño o pesadilla? (fragmento) – Mae-Wan HoRicardo Villa
El neodarwinismo es el matrimonio entre la genética mendeliana y el darwinismo. La teoría del gen se basaba en evidencia que estaba directamente en conflicto con él; sólo el clima de la opinión biológica le era favorable. El neodarwinismo se estableció como una teoría que pretende explicarlo todo y, por lo tanto, corre el riesgo de no explicar nada. Una teoría a la que le falta contenido puede fácilmente ponerse al servicio de ideologías perniciosas.
Mae Wan-Ho, en su libro: “Ingeniería genética, ¿sueño o pesadilla?”, denuncia los riesgos de los alimentos transgénicos, por su potencial tóxico o alergénico; los monocultivos, una de las principales causas de la malnutrición en todo el mundo; la clonación, un proceso científicamente erróneo y éticamente injustificado; considera el cultivo de los transgénicos como "mucho más peligrosos que las armas nucleares como un medio de destrucción masiva”.
Ho, examina las consecuencias sociales y políticas de la íntima complicidad de la ingeniería genética con las grandes corporaciones comerciales, y señala los serios peligros inherentes a estas tecnologías que en gran medida desconocen no sólo los que las practican, sino también los que deben regularlas.
El libro ha sido ampliamente reconocido porque proporciona el desafío más sostenido y fundamentado a muchos de los supuestos científicos que subyacen en la ingeniería genética. Ahora se ha reeditado en una segunda edición que se ha actualizado y rediseñado para hacerlo más accesible a los lectores en general. Y describe cómo se ha avanzado en la conciencia pública sobre los peligros que conlleva el uso de los alimentos transgénicos y los cultivos.
El autor plantea que la pandemia de coronavirus podría representar un golpe al capitalismo global similar a la escena final de la película "Kill Bill", y que esto podría conducir a la reinvención del comunismo basado en la confianza en las personas y en la ciencia. Argumenta que la catástrofe de la pandemia hace evidente la necesidad de un cambio radical en la sociedad y podría allanar el camino para una mayor solidaridad y cooperación global.
El Proyecto Matriz #126 - LAMARCK Y LA VENGANZA DEL IMPERIO. LA FE EN LA SELE...Proyecto Matriz
“En los países “empobrecidos”, que han sido víctimas de la depredación del “libre mercado”, (especialmente en latinoamérica) se comienza a percibir1
entre sus ciudadanos una creciente comprensión y, como consecuencia,
reacción ante el problema. La tendencia al control de sus propios recursos
y a la autosuficiencia alimentaria se está manifestando paso a paso como
la reacción lógica, coherente, para afrontar la situación que se avecina.
No va a resultar una tarea fácil, teniendo en cuenta el acoso permanente
de “los largos brazos” de los poderes económicos de los países “enriquecidos”.
Pero es posible que llegue un momento en que les concedan un respiro,
porque más pronto que tarde estarán ocupados en los problemas de su propia casa.
Sólo les puedo desear suerte. Mucha suerte.”
MÁXIMO SANDÍN
Este documento presenta un monólogo del virus responsable de la pandemia de COVID-19. En 3 oraciones, el virus argumenta que no es el culpable de las muertes, sino la organización social y económica insostenible de los humanos. Afirma haber detenido el sistema que mantenía a los humanos como rehenes y haber revelado la necesidad de cambios. Finalmente, invita a los humanos a aprovechar la oportunidad para habitar sus propias vidas de forma más significativa y menos dependiente de las distracciones proporcionadas por el sistema
Genes y memes,teoría cinética de los replicadores evolutivos transferenteselarcadelmisterio
Este documento presenta la teoría de los memes propuesta por Richard Dawkins como una extensión de su teoría del gen egoísta. Los memes son unidades de información cultural que se replican, mutan y se transmiten entre cerebros humanos a través de procesos similares a la evolución biológica. La teoría de los memes sugiere que los patrones culturales evolucionan a través de la réplica selectiva de unidades meme como ideas, creencias y comportamientos. Aunque los memes no tienen un soporte físico como el ADN, comp
Artículo de mi autoría publicado en el año 2015 en el volumen 16, número 1, de la Revista de Bioética Latinoamericana, adscrita a la Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela.
Este documento discute el concepto de metafísica y su relación con las ciencias y la religión. Examina cómo las ciencias han adoptado un enfoque más metafísico al explorar el origen de la vida y la conciencia. Sin embargo, también señala las limitaciones de las ciencias para explicar completamente estos conceptos. La metafísica se ocupa de preguntas trascendentales sobre el sentido y el destino humanos que van más allá de lo que puede explicar la ciencia.
La barbarie del_especialismo. José Ortega y GassetJorge Pacheco
Este documento resume el argumento de José Ortega y Gasset sobre cómo la especialización en la ciencia ha dado lugar a lo que él llama "hombre masa". Explica que a medida que la ciencia se ha vuelto más especializada, los científicos han perdido contacto con otras áreas de la ciencia y una visión integral del universo, lo que los ha convertido en primitivos y bárbaros a pesar de su estatus elevado en la sociedad.
INGENIERÍA GENÉTICA ¿Sueño o pesadilla? (fragmento) – Mae-Wan HoRicardo Villa
El neodarwinismo es el matrimonio entre la genética mendeliana y el darwinismo. La teoría del gen se basaba en evidencia que estaba directamente en conflicto con él; sólo el clima de la opinión biológica le era favorable. El neodarwinismo se estableció como una teoría que pretende explicarlo todo y, por lo tanto, corre el riesgo de no explicar nada. Una teoría a la que le falta contenido puede fácilmente ponerse al servicio de ideologías perniciosas.
Mae Wan-Ho, en su libro: “Ingeniería genética, ¿sueño o pesadilla?”, denuncia los riesgos de los alimentos transgénicos, por su potencial tóxico o alergénico; los monocultivos, una de las principales causas de la malnutrición en todo el mundo; la clonación, un proceso científicamente erróneo y éticamente injustificado; considera el cultivo de los transgénicos como "mucho más peligrosos que las armas nucleares como un medio de destrucción masiva”.
Ho, examina las consecuencias sociales y políticas de la íntima complicidad de la ingeniería genética con las grandes corporaciones comerciales, y señala los serios peligros inherentes a estas tecnologías que en gran medida desconocen no sólo los que las practican, sino también los que deben regularlas.
El libro ha sido ampliamente reconocido porque proporciona el desafío más sostenido y fundamentado a muchos de los supuestos científicos que subyacen en la ingeniería genética. Ahora se ha reeditado en una segunda edición que se ha actualizado y rediseñado para hacerlo más accesible a los lectores en general. Y describe cómo se ha avanzado en la conciencia pública sobre los peligros que conlleva el uso de los alimentos transgénicos y los cultivos.
El autor plantea que la pandemia de coronavirus podría representar un golpe al capitalismo global similar a la escena final de la película "Kill Bill", y que esto podría conducir a la reinvención del comunismo basado en la confianza en las personas y en la ciencia. Argumenta que la catástrofe de la pandemia hace evidente la necesidad de un cambio radical en la sociedad y podría allanar el camino para una mayor solidaridad y cooperación global.
El Proyecto Matriz #126 - LAMARCK Y LA VENGANZA DEL IMPERIO. LA FE EN LA SELE...Proyecto Matriz
“En los países “empobrecidos”, que han sido víctimas de la depredación del “libre mercado”, (especialmente en latinoamérica) se comienza a percibir1
entre sus ciudadanos una creciente comprensión y, como consecuencia,
reacción ante el problema. La tendencia al control de sus propios recursos
y a la autosuficiencia alimentaria se está manifestando paso a paso como
la reacción lógica, coherente, para afrontar la situación que se avecina.
No va a resultar una tarea fácil, teniendo en cuenta el acoso permanente
de “los largos brazos” de los poderes económicos de los países “enriquecidos”.
Pero es posible que llegue un momento en que les concedan un respiro,
porque más pronto que tarde estarán ocupados en los problemas de su propia casa.
Sólo les puedo desear suerte. Mucha suerte.”
MÁXIMO SANDÍN
Este documento presenta un monólogo del virus responsable de la pandemia de COVID-19. En 3 oraciones, el virus argumenta que no es el culpable de las muertes, sino la organización social y económica insostenible de los humanos. Afirma haber detenido el sistema que mantenía a los humanos como rehenes y haber revelado la necesidad de cambios. Finalmente, invita a los humanos a aprovechar la oportunidad para habitar sus propias vidas de forma más significativa y menos dependiente de las distracciones proporcionadas por el sistema
Genes y memes,teoría cinética de los replicadores evolutivos transferenteselarcadelmisterio
Este documento presenta la teoría de los memes propuesta por Richard Dawkins como una extensión de su teoría del gen egoísta. Los memes son unidades de información cultural que se replican, mutan y se transmiten entre cerebros humanos a través de procesos similares a la evolución biológica. La teoría de los memes sugiere que los patrones culturales evolucionan a través de la réplica selectiva de unidades meme como ideas, creencias y comportamientos. Aunque los memes no tienen un soporte físico como el ADN, comp
Este documento presenta un análisis de cuatro temas relacionados con la pandemia de COVID-19 en España: 1) la ética de la toma de decisiones en situaciones de escasez de recursos como respiradores, 2) las implicaciones de la acelerada digitalización de datos personales, 3) el papel de la biotecnología para contrarrestar propuestas que implican un darwinismo social, y 4) las particularidades del confinamiento en España. El autor argumenta que la pandemia ha quebrado la confianza entre pacientes y el sistema
Boletín Etices, N° 3 del volumen 6, de la Universidad CES, el cual contiene un texto extenso de mi autoría dedicado a los aspectos bioéticos significativos en el género de la ciencia ficción.
Este documento presenta una introducción a la filosofía crítica de la ciencia. Examina tres aspectos importantes: el cientifismo, la neutralidad de la ciencia y los fraudes científicos. Define el cientifismo como aceptar acríticamente afirmaciones solo por su "marchamo científico" y reducir experiencias humanas a fenómenos físicos. También discute que la ciencia no es siempre neutral y puede servir a intereses políticos o militares. Finalmente, reconoce que aunque los fraudes ocurren, la comunidad cient
3 lg. la transdisciplinaridad y la ciencias como fundamento para la paz y la ...Edelin Bravo
Este documento discute la importancia de la educación transdisciplinaria y el pensamiento crítico para promover la paz y la justicia. Argumenta que la historia humana es una carrera entre la educación y la catástrofe. Propone que para avanzar hacia un mundo más pacífico y justo se necesita cambiar los objetivos de la educación para enmarcarla en un contexto ético y científico. También destaca la necesidad de desarrollar el "temperamento científico" a través de la educación para combatir la pseudociencia y promover
El documento presenta información sobre Daniel Alcides Carrión, un estudiante de medicina peruano que se infectó voluntariamente con la enfermedad de la verruga peruana para estudiarla. Aunque su acción ayudó a avanzar el conocimiento sobre la enfermedad, terminó falleciendo. El documento también analiza el impacto de su acción en la medicina peruana y si su inmolación estuvo justificada en nombre de la humanidad.
Atrapado en el Cuerpo Equivocado La Ideologia de Genero Frente a la Ciencia ...Ozkr Orzko
Este documento es el prólogo de un libro titulado "Atrapado en el cuerpo equivocado: la ideología de género frente a la ciencia y la filosofía", escrito por Pablo Muñoz Iturrieta. El prólogo describe la infancia del autor en un pueblo rural en Argentina, donde desarrolló un interés por la geología, biología, arqueología y astronomía observando la naturaleza. Esto lo llevó a una investigación científica de más de 15 años sobre la ideología de género, cuy
El documento analiza la película Gattaca a través de las teorías de varios pensadores. Describe que en la película la genética logra perfeccionar la raza humana, generando una división entre una raza superior e inferior. También discute que la ciencia en Gattaca sigue un paradigma positivista que es cuestionado por las anomalías que surgen.
El documento resume un reporte de lectura de un estudiante sobre el libro "El mundo y sus demonios" de Carl Sagan. El estudiante analiza el libro en tres secciones: 1) Sagan cita a figuras históricas importantes en la ciencia, 2) La ciencia y la tecnología a menudo se fusionan con el poder y la política y pierden su objetividad, como se evidencia en las guerras modernas, 3) Aunque la ciencia ha traído avances, también es utilizada para controlar a las masas y promover los intereses de las grandes
El documento resume un reporte de lectura de un estudiante sobre el libro "El mundo y sus demonios" de Carl Sagan. El estudiante analiza el libro en tres secciones: 1) Sagan cita a figuras históricas importantes en la ciencia, 2) La ciencia y la tecnología a menudo se fusionan con el poder y la política y pierden su objetividad, como se evidencia en las guerras, 3) Aunque la ciencia ha traído avances, también es utilizada para controlar a las masas y promover los intereses de las grandes corporaciones
Este documento discute la importancia de la ciencia y su evolución a lo largo de la historia. Señala que la curiosidad y necesidad de saber son características innatas de la especie humana que han llevado al desarrollo de la ciencia. También destaca que aunque la ciencia ha traído muchos beneficios, también ha tenido consecuencias negativas como el abuso del planeta y el desarrollo de armas destructivas. Finalmente, enfatiza la importancia de promover la comunicación pública de la ciencia para crear sociedades
El documento describe la evolución de los valores del científico a lo largo del siglo XX y XXI. Señala que los valores tradicionales de imparcialidad y objetividad se han ampliado para incluir valores técnicos, económicos y de aplicabilidad. Sin embargo, también reconoce que el progreso científico ha traído consigo nuevos dilemas como el hambre, las enfermedades y el terrorismo que usan tecnología avanzada. El documento cita a Pierre Aigrain para describir la visión del científico del
1) La peste negra que asoló Europa en el siglo XIV se originó por la guerra y fue propagada intencionalmente por tropas mongolas. 2) Los factores como la pobreza, la falta de higiene y la alta densidad poblacional en las ciudades facilitaron su propagación rápida. 3) Se estima que la pandemia mató a aproximadamente 25 millones de personas en Europa.
Este documento resume las dos principales visiones del transhumanismo representadas por Francis Fukuyama y Ronald Bailey. También discute la controversia sobre la cyborguización y mejora humana, mencionando autores a favor y en contra. Finalmente, concluye que aunque estas teorías se remontan al pasado, persisten cuestiones éticas importantes sobre los riesgos de ir más allá de los límites humanos naturales.
Artículo de mi autoría publicado en el año 2014 en el volumen 14, número 1, de la Revista de Bioética Latinoamericana, adscrita a la Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela.
Este documento discute la naturaleza humana y la libertad. Argumenta que históricamente se ha entendido al ser humano como determinado por su naturaleza, limitando su libertad. Pero pensadores modernos rechazan esta idea, afirmando que el ser humano es un ser histórico que transforma su propia naturaleza a través de la acción social e intencional. También critica a quienes usan la idea de un orden natural o divino para imponer límites rígidos a la acción humana y reducirla a ser gobernada por fuer
AL INFIERNO LOS CUERPOS”: EL TRANSHUMANISMO Y EL GIRO POSTMODERNO DE LA UTOPÍA.Jaime Tapia
Este documento analiza la visión del cuerpo promovida por el transhumanismo. El transhumanismo busca mejorar tecnológicamente a los humanos para superar limitaciones como la muerte. Esto implica una "deflación" del cuerpo, tratándolo como un objeto que puede ser modificado o abandonado a través de la cyborgización. El cuerpo natural es visto como débil e imperfecto, mientras que la unión con máquinas es promovida como una forma de alcanzar la inmortalidad y poder ilimitado.
Artículo de mi autoría publicado en el año 2008 en el volumen 2, número 1, de la Revista de Bioética Latinoamericana, adscrita a la Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela.
Este documento presenta una secuencia didáctica sobre el género narrativo de ciencia ficción para estudiantes de secundaria. Incluye objetivos, actividades como la lectura y análisis de cuentos de ciencia ficción, y enlaces de recursos adicionales. Las actividades buscan que los estudiantes exploren las características y temáticas comunes del género como distopías, futuros tecnológicos y contacto con extraterrestres.
El documento define y compara el género fantástico y la ciencia ficción. Explica que el fantástico presenta hechos afectados por algo anormal cuya explicación es ambigua, manteniendo la incertidumbre hasta el final sobre si son reales o imaginarios. La ciencia ficción, por otro lado, se basa en logros científicos futuros que la diferencian del fantástico. También describe temas comunes de la ciencia ficción como mundos tecnológicos, entidades multinacionales, y amenazas como guerr
El documento define y compara el género fantástico y la ciencia ficción. El fantástico presenta hechos cotidianos afectados por algo anormal que mantiene la ambigüedad sobre si es sobrenatural o imaginario. La ciencia ficción se basa en logros científicos futuros que la diferencian del fantástico. Ambos géneros exploran temas como la tecnología, sociedades futuras, y contacto con extraterrestres.
Las2orillas.co la dura realidad de ser profesor universitario en tiempos de p...CarlosEduardoSierraC
El documento describe la dura realidad que enfrentan los profesores universitarios durante la pandemia, quienes han tenido que asumir grandes gastos para adaptar sus clases al formato virtual y dedicar mucho tiempo extra sin reconocimiento a tareas como la búsqueda de materiales educativos y la atención de estudiantes. Además, señala que la profesión docente ha ido perdiendo prestigio en Colombia y la juventud muestra menos respeto hacia la autoridad de los maestros. Finalmente, sugiere que se debe buscar un consen
Las2orillas.co bibliotecas universitarias fómites otra realidad dantesca de l...CarlosEduardoSierraC
En este artículo, publicado en el medio electrónico Las 2 Orillas, me ocupo de un aspecto de la pandemia de la COVID-19 que aún no se ha destacado lo suficiente: el rol de los libros, las revistas y otros documentos de papel a la hora de propagar virus y otros microorganismos patógenos. Es decir, los materiales bibliográficos físicos cual fómites.
Más contenido relacionado
Similar a Etices vol8 no3 - jul-sep2016 may 24 de 2018
Este documento presenta un análisis de cuatro temas relacionados con la pandemia de COVID-19 en España: 1) la ética de la toma de decisiones en situaciones de escasez de recursos como respiradores, 2) las implicaciones de la acelerada digitalización de datos personales, 3) el papel de la biotecnología para contrarrestar propuestas que implican un darwinismo social, y 4) las particularidades del confinamiento en España. El autor argumenta que la pandemia ha quebrado la confianza entre pacientes y el sistema
Boletín Etices, N° 3 del volumen 6, de la Universidad CES, el cual contiene un texto extenso de mi autoría dedicado a los aspectos bioéticos significativos en el género de la ciencia ficción.
Este documento presenta una introducción a la filosofía crítica de la ciencia. Examina tres aspectos importantes: el cientifismo, la neutralidad de la ciencia y los fraudes científicos. Define el cientifismo como aceptar acríticamente afirmaciones solo por su "marchamo científico" y reducir experiencias humanas a fenómenos físicos. También discute que la ciencia no es siempre neutral y puede servir a intereses políticos o militares. Finalmente, reconoce que aunque los fraudes ocurren, la comunidad cient
3 lg. la transdisciplinaridad y la ciencias como fundamento para la paz y la ...Edelin Bravo
Este documento discute la importancia de la educación transdisciplinaria y el pensamiento crítico para promover la paz y la justicia. Argumenta que la historia humana es una carrera entre la educación y la catástrofe. Propone que para avanzar hacia un mundo más pacífico y justo se necesita cambiar los objetivos de la educación para enmarcarla en un contexto ético y científico. También destaca la necesidad de desarrollar el "temperamento científico" a través de la educación para combatir la pseudociencia y promover
El documento presenta información sobre Daniel Alcides Carrión, un estudiante de medicina peruano que se infectó voluntariamente con la enfermedad de la verruga peruana para estudiarla. Aunque su acción ayudó a avanzar el conocimiento sobre la enfermedad, terminó falleciendo. El documento también analiza el impacto de su acción en la medicina peruana y si su inmolación estuvo justificada en nombre de la humanidad.
Atrapado en el Cuerpo Equivocado La Ideologia de Genero Frente a la Ciencia ...Ozkr Orzko
Este documento es el prólogo de un libro titulado "Atrapado en el cuerpo equivocado: la ideología de género frente a la ciencia y la filosofía", escrito por Pablo Muñoz Iturrieta. El prólogo describe la infancia del autor en un pueblo rural en Argentina, donde desarrolló un interés por la geología, biología, arqueología y astronomía observando la naturaleza. Esto lo llevó a una investigación científica de más de 15 años sobre la ideología de género, cuy
El documento analiza la película Gattaca a través de las teorías de varios pensadores. Describe que en la película la genética logra perfeccionar la raza humana, generando una división entre una raza superior e inferior. También discute que la ciencia en Gattaca sigue un paradigma positivista que es cuestionado por las anomalías que surgen.
El documento resume un reporte de lectura de un estudiante sobre el libro "El mundo y sus demonios" de Carl Sagan. El estudiante analiza el libro en tres secciones: 1) Sagan cita a figuras históricas importantes en la ciencia, 2) La ciencia y la tecnología a menudo se fusionan con el poder y la política y pierden su objetividad, como se evidencia en las guerras modernas, 3) Aunque la ciencia ha traído avances, también es utilizada para controlar a las masas y promover los intereses de las grandes
El documento resume un reporte de lectura de un estudiante sobre el libro "El mundo y sus demonios" de Carl Sagan. El estudiante analiza el libro en tres secciones: 1) Sagan cita a figuras históricas importantes en la ciencia, 2) La ciencia y la tecnología a menudo se fusionan con el poder y la política y pierden su objetividad, como se evidencia en las guerras, 3) Aunque la ciencia ha traído avances, también es utilizada para controlar a las masas y promover los intereses de las grandes corporaciones
Este documento discute la importancia de la ciencia y su evolución a lo largo de la historia. Señala que la curiosidad y necesidad de saber son características innatas de la especie humana que han llevado al desarrollo de la ciencia. También destaca que aunque la ciencia ha traído muchos beneficios, también ha tenido consecuencias negativas como el abuso del planeta y el desarrollo de armas destructivas. Finalmente, enfatiza la importancia de promover la comunicación pública de la ciencia para crear sociedades
El documento describe la evolución de los valores del científico a lo largo del siglo XX y XXI. Señala que los valores tradicionales de imparcialidad y objetividad se han ampliado para incluir valores técnicos, económicos y de aplicabilidad. Sin embargo, también reconoce que el progreso científico ha traído consigo nuevos dilemas como el hambre, las enfermedades y el terrorismo que usan tecnología avanzada. El documento cita a Pierre Aigrain para describir la visión del científico del
1) La peste negra que asoló Europa en el siglo XIV se originó por la guerra y fue propagada intencionalmente por tropas mongolas. 2) Los factores como la pobreza, la falta de higiene y la alta densidad poblacional en las ciudades facilitaron su propagación rápida. 3) Se estima que la pandemia mató a aproximadamente 25 millones de personas en Europa.
Este documento resume las dos principales visiones del transhumanismo representadas por Francis Fukuyama y Ronald Bailey. También discute la controversia sobre la cyborguización y mejora humana, mencionando autores a favor y en contra. Finalmente, concluye que aunque estas teorías se remontan al pasado, persisten cuestiones éticas importantes sobre los riesgos de ir más allá de los límites humanos naturales.
Artículo de mi autoría publicado en el año 2014 en el volumen 14, número 1, de la Revista de Bioética Latinoamericana, adscrita a la Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela.
Este documento discute la naturaleza humana y la libertad. Argumenta que históricamente se ha entendido al ser humano como determinado por su naturaleza, limitando su libertad. Pero pensadores modernos rechazan esta idea, afirmando que el ser humano es un ser histórico que transforma su propia naturaleza a través de la acción social e intencional. También critica a quienes usan la idea de un orden natural o divino para imponer límites rígidos a la acción humana y reducirla a ser gobernada por fuer
AL INFIERNO LOS CUERPOS”: EL TRANSHUMANISMO Y EL GIRO POSTMODERNO DE LA UTOPÍA.Jaime Tapia
Este documento analiza la visión del cuerpo promovida por el transhumanismo. El transhumanismo busca mejorar tecnológicamente a los humanos para superar limitaciones como la muerte. Esto implica una "deflación" del cuerpo, tratándolo como un objeto que puede ser modificado o abandonado a través de la cyborgización. El cuerpo natural es visto como débil e imperfecto, mientras que la unión con máquinas es promovida como una forma de alcanzar la inmortalidad y poder ilimitado.
Artículo de mi autoría publicado en el año 2008 en el volumen 2, número 1, de la Revista de Bioética Latinoamericana, adscrita a la Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela.
Este documento presenta una secuencia didáctica sobre el género narrativo de ciencia ficción para estudiantes de secundaria. Incluye objetivos, actividades como la lectura y análisis de cuentos de ciencia ficción, y enlaces de recursos adicionales. Las actividades buscan que los estudiantes exploren las características y temáticas comunes del género como distopías, futuros tecnológicos y contacto con extraterrestres.
El documento define y compara el género fantástico y la ciencia ficción. Explica que el fantástico presenta hechos afectados por algo anormal cuya explicación es ambigua, manteniendo la incertidumbre hasta el final sobre si son reales o imaginarios. La ciencia ficción, por otro lado, se basa en logros científicos futuros que la diferencian del fantástico. También describe temas comunes de la ciencia ficción como mundos tecnológicos, entidades multinacionales, y amenazas como guerr
El documento define y compara el género fantástico y la ciencia ficción. El fantástico presenta hechos cotidianos afectados por algo anormal que mantiene la ambigüedad sobre si es sobrenatural o imaginario. La ciencia ficción se basa en logros científicos futuros que la diferencian del fantástico. Ambos géneros exploran temas como la tecnología, sociedades futuras, y contacto con extraterrestres.
Similar a Etices vol8 no3 - jul-sep2016 may 24 de 2018 (20)
Las2orillas.co la dura realidad de ser profesor universitario en tiempos de p...CarlosEduardoSierraC
El documento describe la dura realidad que enfrentan los profesores universitarios durante la pandemia, quienes han tenido que asumir grandes gastos para adaptar sus clases al formato virtual y dedicar mucho tiempo extra sin reconocimiento a tareas como la búsqueda de materiales educativos y la atención de estudiantes. Además, señala que la profesión docente ha ido perdiendo prestigio en Colombia y la juventud muestra menos respeto hacia la autoridad de los maestros. Finalmente, sugiere que se debe buscar un consen
Las2orillas.co bibliotecas universitarias fómites otra realidad dantesca de l...CarlosEduardoSierraC
En este artículo, publicado en el medio electrónico Las 2 Orillas, me ocupo de un aspecto de la pandemia de la COVID-19 que aún no se ha destacado lo suficiente: el rol de los libros, las revistas y otros documentos de papel a la hora de propagar virus y otros microorganismos patógenos. Es decir, los materiales bibliográficos físicos cual fómites.
En este artículo me ocupo de la dimensión ética de las pandemias desde la óptica del conocimiento aportado por las más recientes investigaciones en materia de la historia militar del mundo en lo relativo a las armas químicas y biológicas.
Éste es un artículo de mi autoría publicado en el periódico digital Las 2 Orillas el jueves 13 de mayo de 2021. Me ocupo en el mismo de la exacerbación de la crisis de los intelectuales de la educación universitaria en el actual contexto de pandemia.
Me ocupo en este artículo de brindar una lectura de la pandemia en curso de la Covid-19 desde la perspectiva del valioso legado de Iván Illich, considerado como el crítico más lúcido y penetrante de las contradicciones y paradojas de las sociedades industriales.
Artículo publicado en coautoría con Horacio Antonio Serna Serna en la Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia (RCFC), adscrita a la Universidad El Bosque, Colombia, en su volumen 19, número 39.
Artículo de mi autoría sobre la dimensión bioética de la crisis educativa publicado en la Revista de Bioética Latinoamericana, adscrita a la Universidad de los Andes, Facultad de Medicina (Mérida, Venezuela), en el número 1 del volumen 24, año 2020.
Nuevagaceta co inicio_crisis_de_los_intelectuales_en_tiemposCarlosEduardoSierraC
Artículo de mi autoría sobre el fenómeno de vieja data conocido como la crisis de los intelectuales, artículo publicado en la revista Nueva Gaceta, publicación central del Centro de Estudios Nueva Gaceta de Colombia, el 25 de junio de 2020.
Póster de una conferencia virtual que dí el martes 19 de mayo de 2020 como parte de una colaboración entre la Librería Fernando del Paso del Fondo de Cultura Económica y la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, Colombia. Quien lo desee puede escucharla yendo al siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=WrOehTEoZwI
Este documento resume la Semana Internacional de la Bioética que tuvo lugar en Bogotá en septiembre de 2008. Contó con la presencia de destacados bioeticistas de 10 países y abordó temas como la muerte y la sociedad, la salud pública, y la bioética y la sociedad. Fue un evento exitoso que reunió a tres universidades bogotanas y lanzó un libro sobre bioética y pensamiento complejo.
Éste es el número 21 del Mensuario de la Sociedad Julio Garavito para el Estudio de la Astronomía, el cual contiene un artículo de mi autoría. Además, se trata de un medio que dicha Sociedad dejó morir lamentablemente, lo cual jamás he podido justificar.
Éste es el número 20 del Mensuario de la Sociedad Julio Garavito para el Estudio de la Astronomía, el cual contiene un artículo de mi autoría. Además, se trata de un medio que dicha Sociedad dejó morir lamentablemente, lo cual jamás he podido justificar.
Éste es el número 24 del Mensuario de la Sociedad Julio Garavito para el Estudio de la Astronomía, el cual contiene un artículo de mi autoría. Además, se trata de un medio que dicha Sociedad dejó morir lamentablemente, lo cual jamás he podido justificar.
Éste es el número 26 del Mensuario de la Sociedad Julio Garavito para el Estudio de la Astronomía, el cual contiene un artículo de mi autoría. Además, se trata de un medio que dicha Sociedad dejó morir lamentablemente, lo cual jamás he podido justificar.
El documento describe un eclipse solar observado en la Isla de Pascua en julio de 2010, e incluye fotografías del evento. Luego, discute la influencia del filósofo José Ortega y Gasset en temas como la formación de científicos e ingenieros, y la necesidad de que reciban una educación humanista integral. Finalmente, resalta la importancia de revivir el legado de Ortega para mejorar la educación y superar la actual "crisis de civilización".
El documento resume el episodio protagonizado por Immanuel Velikovsky y su libro "Mundos en colisión" en la década de 1950, en el cual proponía explicar eventos bíblicos como el Éxodo mediante colisiones cósmicas. Aunque Carl Sagan criticó sus ideas científicamente, defendió el derecho de Velikovsky a ser escuchado sin hostilidad. El documento también resalta la importancia de mantener un espíritu crítico y escéptico en la ciencia para evitar prejuicios.
Éste es el número 34 del Mensuario de la Sociedad Julio Garavito para el Estudio de la Astronomía, que contiene un artículo de mi autoría. Se trata de un medio que la misma dejó morir lamentablemente, cosa que jamás he podido justificar.
Éste es el número 33 del Mensuario de la Sociedad Julio Garavito para el Estudio de la Astronomía, que contiene un artículo de mi autoría. Se trata de un medio que la misma dejó morir lamentablemente, cosa que jamás he podido justificar.
Éste es el número 32 del Mensuario de la Sociedad Julio Garavito para el Estudio de la Astronomía, que contiene un artículo de mi autoría. Se trata de un medio que la misma dejó morir lamentablemente, cosa que jamás he podido justificar.
Catalogo Refrigeracion Miele Distribuidor Oficial Amado Salvador ValenciaAMADO SALVADOR
Descubre el catálogo general de la gama de productos de refrigeración del fabricante de electrodomésticos Miele, presentado por Amado Salvador distribuidor oficial Miele en Valencia. Como distribuidor oficial de electrodomésticos Miele, Amado Salvador ofrece una amplia selección de refrigeradores, congeladores y soluciones de refrigeración de alta calidad, resistencia y diseño superior de esta marca.
La gama de productos de Miele se caracteriza por su innovación tecnológica y eficiencia energética, garantizando que cada electrodoméstico no solo cumpla con las expectativas, sino que las supere. Los refrigeradores Miele están diseñados para ofrecer un rendimiento óptimo y una conservación perfecta de los alimentos, con características avanzadas como la tecnología de enfriamiento Dynamic Cooling, sistemas de almacenamiento flexible y acabados premium.
En este catálogo, encontrarás detalles sobre los distintos modelos de refrigeradores y congeladores Miele, incluyendo sus especificaciones técnicas, características destacadas y beneficios para el usuario. Amado Salvador, como distribuidor oficial de electrodomésticos Miele, garantiza que todos los productos cumplen con los más altos estándares de calidad y durabilidad.
Explora el catálogo completo y encuentra el refrigerador Miele perfecto para tu hogar con Amado Salvador, el distribuidor oficial de electrodomésticos Miele.
KAWARU CONSULTING presenta el projecte amb l'objectiu de permetre als ciutadans realitzar tràmits administratius de manera telemàtica, des de qualsevol lloc i dispositiu, amb seguretat jurídica. Aquesta plataforma redueix els desplaçaments físics i el temps invertit en tràmits, ja que es pot fer tot en línia. A més, proporciona evidències de la correcta realització dels tràmits, garantint-ne la validesa davant d'un jutge si cal. Inicialment concebuda per al Ministeri de Justícia, la plataforma s'ha expandit per adaptar-se a diverses organitzacions i països, oferint una solució flexible i fàcil de desplegar.
Catalogo Buzones BTV Amado Salvador Distribuidor Oficial ValenciaAMADO SALVADOR
Descubra el catálogo completo de buzones BTV, una marca líder en la fabricación de buzones y cajas fuertes para los sectores de ferretería, bricolaje y seguridad. Como distribuidor oficial de BTV, Amado Salvador se enorgullece de presentar esta amplia selección de productos diseñados para satisfacer las necesidades de seguridad y funcionalidad en cualquier entorno.
Descubra una variedad de buzones residenciales, comerciales y corporativos, cada uno construido con los más altos estándares de calidad y durabilidad. Desde modelos clásicos hasta diseños modernos, los buzones BTV ofrecen una combinación perfecta de estilo y resistencia, garantizando la protección de su correspondencia en todo momento.
Amado Salvador, se compromete a ofrecer productos de primera clase respaldados por un servicio excepcional al cliente. Como distribuidor oficial de BTV, entendemos la importancia de la seguridad y la tranquilidad para nuestros clientes. Por eso, trabajamos en colaboración con BTV para brindarle acceso a los mejores productos del mercado.
Explore el catálogo de buzones ahora y encuentre la solución perfecta para sus necesidades de correo y seguridad. Confíe en Amado Salvador y BTV para proporcionarle buzones de calidad excepcional que cumplan y superen sus expectativas.
Catalogo Cajas Fuertes BTV Amado Salvador Distribuidor OficialAMADO SALVADOR
Explora el catálogo completo de cajas fuertes BTV, disponible a través de Amado Salvador, distribuidor oficial de BTV. Este catálogo presenta una amplia variedad de cajas fuertes, cada una diseñada con la más alta calidad para ofrecer la máxima seguridad y satisfacer las diversas necesidades de protección de nuestros clientes.
En Amado Salvador, como distribuidor oficial de BTV, ofrecemos productos que destacan por su innovación, durabilidad y robustez. Las cajas fuertes BTV son reconocidas por su eficiencia en la protección contra robos, incendios y otros riesgos, lo que las convierte en una opción ideal tanto para uso doméstico como comercial.
Amado Salvador, distribuidor oficial BTV, asegura que cada producto cumpla con los más estrictos estándares de calidad y seguridad. Al adquirir una caja fuerte a través de Amado Salvador, distribuidor oficial BTV, los clientes pueden tener la tranquilidad de que están obteniendo una solución confiable y duradera para la protección de sus pertenencias.
Este catálogo incluye detalles técnicos, características y opciones de personalización de cada modelo de caja fuerte BTV. Desde cajas fuertes empotrables hasta modelos de alta seguridad, Amado Salvador, como distribuidor oficial de BTV, tiene la solución perfecta para cualquier necesidad de seguridad. No pierdas la oportunidad de conocer todos los beneficios y características de las cajas fuertes BTV y protege lo que más valoras con la calidad y seguridad que solo BTV y Amado Salvador, distribuidor oficial BTV, pueden ofrecerte.
La inteligencia artificial sigue evolucionando rápidamente, prometiendo transformar múltiples aspectos de la sociedad mientras plantea importantes cuestiones que requieren una cuidadosa consideración y regulación.
3. Boletín trimestral de Bioética
ISSN 2145-3373
Facultad de Medicina y Departamento de Humanidades / Universidad CES
Grupo de investigación ETICES
Volumen 8, número 3
Julio a septiembre de 2016
Fax: 268 28 76
Envíe sus comentarios y sugerencias a través de las siguientes direcciones:
fochoa@ces.edu.co
jwosorio@ces.edu.co
jtaborda@ces.edu.co
Descargue gratuitamente este boletín desde www.ces.edu.co/index.php/boletinesces
Integrantes del grupo ETICES
Francisco Luis Ochoa J. Médico. Magíster en Epidemiología.
Mauricio Taborda A. Filósofo. Magíster en Filosofía. Candidato a Doctor en Filosofía.
John Wilson Osorio. Historiador. Especialista en Educación. Magíster en Administración.
Santiago Henao. Médico Veterinario. Doctor en Bioética.
Rodrigo Posada Bernal. Economista Industrial. Magíster en Ciencias de la Administración.
Sara Múnera Orozco. Fisioterapeuta. Graduate Student Assistant en University of Pittsburgh.
Diseño y diagramación: Oficina de Proyección Corporativa
Imágenes tomadas de: www.shutterstock.com
Exordio. Un componente insoslayable de la bioética global:
la polemoética
¿Hay algo más inherentemente humano que la guerra? ¿Y algo en
lo que el manejo irresponsable del poder de la tecnociencia sea
más obvio? Si, en lo básico, y siguiendo a Van Rensselaer Potter,
entendemos la bioética como el conocimiento sobre cómo ma-
nejar el conocimiento, esto es, el manejo responsable y sabio del
enorme poder que la tecnociencia le otorga al hombre, saltan a la
vista de inmediato ciertas áreas en las que aflora el uso irrespon-
sable de tal poder. Una de ellas es la tecnología bélica, por lo que
cabe hablar de la polemoética para señalar los aspectos éticos en
relación con dicho sector tecnocientífico.
Así, la polemoética es, o debería al menos ser, una parte sustan-
cial de la polemología (Sierra Cuartas, 2014), entendida ésta como
el estudio de la guerra y de sus formas, causas y efectos cual
fenómeno social. Y, claro está, la polemoética queda cual compo-
nente insoslayable de la bioética global, máxime que, como des-
tacaba Richard Feynman en una conferencia de 1963, titulada La
incertidumbre de la ciencia:
Ahora bien, este poder para hacer cosas no incluye instrucciones
sobre cómo utilizarlo, si utilizarlo para bien o para mal. El producto
de este poder es el bien o el mal, dependiendo de cómo se utilice.
[…] hemos ocultado laboratorios en los que hay hombres trabajando
denodadamente para desarrollar enfermedades para las que nadie
más sea capaz de encontrar una cura. Nos sentimos satisfechos con
el desarrollo del transporte aéreo y nos impresionan los grandes
aviones, pero también somos conscientes de los graves horrores de
la guerra aérea (Feynman, 1999: 16).
Acerca de esto, Feynman no hablaba en abstracto habida cuenta
de que él vivió los horrores de la guerra al ser parte del Proyecto
Manhattan en la Segunda Guerra Mundial, episodio que le suscitó
1
Texto pergeñado por el autor cual segundo óbolo para contribuir con los fines del Boletín ETICES.
2 Ingeniero Químico de la Universidad Nacional de Colombia y Magíster en Educación de la Pontificia Universidad Javeriana.
Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Colombia. Miembro de la Sociedad Julio Garavito para el Estudio de la Astrono-
mía, del Consejo editorial de la Circular de la Red de Astronomía de Colombia, de la Red de enseñanza de la ética, del grupo de
investigación Bioethicsgroup de la Universidad Militar Nueva Granada, de la History of Science Society (USA), de la New York Academy
of Sciences, de la British Society for the History of Science, de la Newcomen Society for the Study of the History of Engineering and
Technology y del International Committee for the History of Technology.
LA DIMENSIÓN BIOÉTICA EN LA
HISTORIA DE LA GUERRA1
Carlos Eduardo de Jesús Sierra Cuartas2
54
Boletín trimestral de Bioética de la Universidad CES Volumen 8, número 3 • Julio - septiembre de 2016
4. sus cargos de conciencia como parte de un
cuadro depresivo. A la sazón, Feynman era
un brillante estudiante de doctorado en sus
veinticinco años.
Hace poco, en 2013, con el título de The Cha-
llenger Disaster, vio la luz una película basa-
da en el informe de Feynman acerca del ac-
cidente de la lanzadera espacial Challenger,
acaecido el 28 de enero de 1986. En la mis-
ma, Feynman está interpretado por el ac-
tor William Hurt. En especial, viene al caso
destacar dos momentos de dicho filme. En
primera instancia, cuando Feynman le dice
al general Donald Kutyna, interpretado por
Bruce Greenwood, que su participación en
el Proyecto Manhattan fue un caso de mal
uso de la ciencia. Luego, al final de la pelí-
cula, cuando aquél le dice a éste que la for-
ma cómo elucidó las causas del accidente
de la lanzadera de marras fue un ejemplo
de buen uso de la ciencia. De este modo,
queda claro que Richard Feynman jamás
perdió de vista la dimensión ética que debe
acompañar siempre la actividad tecnocien-
tífica en todos sus órdenes, incluido el ám-
bito militar, pues, como destaca con lucidez
el filósofo español Carlos París (2012: 65):
… hemos alcanzado un poderío técnico, en
fuerte medida dirigido hacia la destrucción,
que desborda nuestra capacidad de control.
En medio de una fabulosa tecnología, nues-
tra racionalidad ética y política permanece
anclada en remotos tiempos, en el que pre-
cede a la conquista de lo humano, como en el
ejemplo de los simios, o a la madurez propia
del adulto si pensamos en los niños.
Así las cosas, no parece haber gran espe-
ranza en pretender que semejantes atavis-
mos son un triste recuerdo de edades bár-
baras, como tratan de alegar los marxistas
sobrevivientes de nuestra época, aferrados
con nostalgia a una pretendida superación
de la evolución biológica por parte de una
llamada evolución cultural. Al fin y al cabo,
el principio de realidad es tozudo. No sea-
mos ilusos: ante todo, como bien lo dijo Sun
Zi (2010: 23), el teórico militar más respeta-
do, la guerra es el asunto más importante
para el Estado, pues, en el campo de ba-
talla, se decide el destino de las naciones.
Justo por esto, resulta aconsejable e im-
prescindible el estudio de la guerra y sus
aspectos éticos.
El experimento de la prisión
de Stanford
En la historia de la psicología de la segun-
da mitad del siglo XX no puede pasarse por
alto un experimento llevado a cabo en 1971
en la Universidad de Stanford con una sub-
vención de la Armada de los Estados Uni-
dos y bajo la dirección de Philip Zimbardo,
cuya fama ha llegado a tal punto que, en el
año 2015, se lo dio a conocer como pelícu-
la, dirigida por Kyle Patrick Álvarez y escrita
por Tim Talbott (Wikipedia, 2017d). Además,
inspiró un libro con un título más que pre-
ocupante por lo revelador del lado oscuro
de la naturaleza humana: El efecto Lucifer:
El porqué de la maldad, escrito por el propio
Philip Zimbardo (2008), cuya tesis central
cabe resumir como sigue: las buenas per-
sonas pueden volverse malvadas. O, para
decirlo sin pelos en la lengua a la manera
de Marcelino Cereijido, notable investiga-
dor argentino-mexicano en el campo de las
ciencias biomédicas, todos los seres huma-
nos están propensos a cometer hijoputeces
por obra y gracia de una estructura psíquica
conocida como el doppelgänger, el cual pue-
de hacernos cometer barbaridades mien-
tras nos mantiene al tanto de que transgre-
dimos una norma, para que así tengamos
cuidado y actuemos con sigilo a la vez que
nos hace pensar que obramos con plena
justicia (González Arenas, 2012).
¿En qué consistió tal experimento? En pocas
palabras, se les asignaron a veinticuatro jó-
venes voluntarios los roles de guardianes o
de prisioneros en una cárcel simulada crea-
da al efecto en el Departamento de Psicolo-
gía de la Universidad de Stanford (Zimbardo
y Franco, 2008). Una vez iniciado el experi-
mento, policías genuinos arrestaron a los
prisioneros en sus casas, los ficharon y tras-
ladaron a la cárcel ficticia. Con el fin de si-
mular la experiencia de estar en una prisión
real, se procuró que todo lo que había dentro
de la misma estuviera a tono con el ambien-
te respectivo, desde los uniformes humillan-
tes hasta los números de las celdas en las
puertas del laboratorio en uso. En cuanto al
propósito respectivo, se trataba de estudiar
la psicología del confinamiento y analizar las
reacciones de las personas consideradas
como honestas al estar encerradas en un lu-
gar francamente deshumanizado. Para sor-
presa de los gestores de este experimento,
apenas transcurridas unas cuantas horas, lo
"…hemos alcanzado un poderío técnico, en fuerte medida dirigido
hacia la destrucción, que desborda nuestra capacidad de control.
En medio de una fabulosa tecnología, nuestra racionalidad ética y
política permanece anclada en remotos tiempos, en el que precede
a la conquista de lo humano, como en el ejemplo de los simios, o a la
madurez propia del adulto si pensamos en los niños".
Carlos París
76
Boletín trimestral de Bioética de la Universidad CES Volumen 8, número 3 • Julio - septiembre de 2016
5. que debía haber sido un estudio dizque con-
trolado del comportamiento humano cobró
vida propia en forma alarmante, puesto que
quienes fungían como guardianes aumenta-
ron los castigos a los prisioneros, mientras
la actitud de éstos se volvió cada vez más pa-
siva. De manera que los dos grupos básicos
de este experimento adoptaron con rapidez
los roles correspondientes. Cosa curiosa,
esto sucedió sin que mediase predisposición
interna alguna o instrucciones por parte de
los investigadores. Además, el experimento
estaba pensado para que durase un par de
semanas, pero fue menester concluirlo en
forma abrupta en el sexto día al haberse sa-
lido de madre. Con todo, hubo algunos guar-
dianes “buenos” que no fueron crueles con
los prisioneros. No obstante, se inhibieron
cuando se produjeron los peores abusos.
Conviene aclarar que este experimento ha
trascendido los ámbitos académicos, ya que
permitió entender mejor, entre otros casos,
el regocijo mostrado por jóvenes militares
estadounidenses de la Compañía 372 de la
Policía Militar, agentes de la CIA y contratis-
tas militares ante las terribles vejaciones a
las que sometieron a prisioneros iraquíes en
la cárcel de Abu Ghraib en 2003. En suma,
si se dan las circunstancias apropiadas, los
seres humanos pueden ser malvados. Por
así decirlo, cada cual tiene un señor Hyde
en su interior. En estas circunstancias, la
ética en general, y la bioética en especial,
resulta más indispensable que nunca al
ser la humanidad actual un colectivo de
cromañones que manejan computadores,
misiles y muchos otros artefactos sofistica-
dos sin mayor responsabilidad, un colectivo
que persiste en un preocupante estado de
adolescencia tecnológica. O, en palabras de
Gregory House, el inolvidable protagonista
de la serie televisiva Doctor House, de la ca-
dena Fox (Irwin y Jacoby, 2010: 13): “Somos
animales viles y egoístas que se arrastran
por la Tierra, pero, como tenemos cerebro,
de vez en cuando podemos aspirar, con gran
esfuerzo, a hacer algo que no sea del todo
malo”. De aquí que posea un hondo sentido
una parte del diálogo sostenido entre Luke
Skywalker y el maestro Yoda en el universo
ficticio de Star Wars (Episodio V: El Imperio
contraataca), en el planeta en el cual éste
se ha exiliado tras la nefasta conversión de
la República Galáctica en Imperio. Mientras
Luke le dice a Yoda que ha ido allí a buscar
a un gran guerrero, éste le responde que la
guerra no engrandece a nadie. He aquí una
muestra elocuente de la filosofía propia de
la Orden de los Caballeros Jedi, los guar-
dianes de la paz en la galaxia en la ficción
correspondiente al ser guerreros con voca-
ción espiritual y de servicio a la comunidad
que evocan a los héroes de las tradiciones
celta y budista.
Conforme ha avanzado el conocimiento de
la psicología del mal, se ha comprendido
que la transformación de la personalidad
humana no es algo raro, que personas con-
sideradas normales en principio pueden
cometer actos horribles si están sometidas
a situaciones determinadas o a fuertes pre-
siones sociales (Zimbardo y Franco, 2008).
La banalidad del mal no es asunto exclu-
sivo de la novela negra. En fin, no parece
haber una línea nítida e impermeable entre
los buenos y los malos, algo que la historia
militar del mundo demuestra con crudeza
extrema. Y, en lo que a Colombia concierne,
su historia de violencia apunta en la misma
dirección. Por ejemplo, la Guerra de los Mil
Días fue un conflicto armado que figuró en-
tre los sucesos más violentos de la época en
el mundo. De hecho, no existe en el mundo
natural una criatura que sea más cruel que
el ser humano, una cuestión que Marcelino
Cereijido (2011: 122) ilustra con elocuen-
cia: “Leones que mataran por separado a
sus propias presas, para comer cinco kilos
de carne y malgastar el resto, serían eco-
lógicamente demasiado caros; de hecho,
no hay bichos “hipercazadores” que maten
más de lo que necesitan para alimentar-
se. Contrastemos esta regla general entre
los animales con lo que el activista político
Abbie Hoffman (1936-1989) afirmó respecto
a la especie humana; lo parafraseo: si los
hombres fueran obligados a comer lo que
matan, no habría guerras en el mundo”.
"En suma, si se dan las circunstancias
apropiadas, los seres humanos pueden
ser malvados. Por así decirlo, cada cual
tiene un señor Hyde en su interior. En estas
circunstancias, la ética en general, y la bioética
en especial, resulta más indispensable que
nunca al ser la humanidad actual un colectivo
de cromañones que manejan computadores,
misiles y muchos otros artefactos sofisticados
sin mayor responsabilidad, un colectivo
que persiste en un preocupante estado de
adolescencia tecnológica".
9
Volumen 8, número 3 • Julio - septiembre de 2016
8
Boletín trimestral de Bioética de la Universidad CES
6. Desde luego, si la gente fuera buena per se,
el Estado de derecho sobraría como freno
frente al estado de naturaleza.
La práctica occidental de la guerra
En la historia militar, existe un paradigma
propio de Occidente, nacido tres milenios
atrás durante las guerras agrícolas en la
antigua Grecia, en cuanto a su forma de
hacer la guerra concierne. No han faltado
los historiadores militares que discrepan
al respecto, pero, de todas formas, tal pa-
radigma permite entender mejor lo que ha
sido la historia de la guerra en el mundo
occidental, amén del proceso largo y com-
plejo por el cual Occidente logró surgir y
consolidarse. Incluso, en el ámbito de la
ciencia ficción militar, este paradigma está
presente cuando actúan fuerzas militares
de países o regiones occidentales. Además,
es una parte insoslayable del entramado
militar-industrial del mundo actual.
En lo relativo a sus fundamentos, la prác-
tica occidental de la guerra está basada en
cinco principios cruciales. En primer lugar,
las fuerzas armadas occidentales han soli-
do confiar en una tecnología superior a fin
de compensar su inferioridad en recursos
humanos, lo cual no implica que Occiden-
te disfrutase de una superioridad tecnoló-
gica en todo momento, por lo que siempre
estuvo receptivo a las tecnologías nuevas,
ora propias, ora foráneas. Sin embargo, la
superioridad tecnológica no garantiza la
victoria. Por ende, cual segundo principio,
la disciplina es muy importante para los
ejércitos occidentales, como pudo verse,
por ejemplo, en las batallas de Platea (479
a.C), Lechfeld (955 d.C.) y Viena (1683), en
las que las fuerzas enemigas fueron numé-
ricamente superiores.
El tercer cimiento de la práctica occidental
de la guerra consiste en la derrota y la des-
trucción total del enemigo, en contraste con
la práctica militar de otras sociedades. Bo-
tón de muestra, los hoplitas y los legiona-
rios de la Antigüedad eran despiadados. De
esta suerte, en la Edad Moderna, la conoci-
da frase bellum romanum tuvo el sentido de
“guerra sin cuartel” como la técnica militar
propia de los europeos en ultramar. Esto
es, la única meta de las guerras en otras
sociedades era esclavizar a sus enemigos,
no exterminarlos. Así las cosas, las socie-
dades que chocaron con los europeos es-
tuvieron mal preparadas para resistir unas
tácticas de destrucción que desconocían
por completo. Si nos fijamos, este principio
es el que implica una mayor pertinencia de
la bioética en el ámbito militar dadas las
amenazas inevitables para la vida al quedar
sojuzgada la tecnociencia por el entramado
militar-industrial para servir a sus intereses
inconfesables. No son precisamente pocos
los científicos e ingenieros implicados en el
desarrollo de armas nucleares, químicas,
biológicas y convencionales.
El cuarto principio consiste en la capacidad
tanto para cambiar como para mantener las
prácticas militares en función de la necesi-
dad. Desde la perspectiva evolutiva, se ha
comparado esto con el modelo biológico del
equilibrio puntuado, es decir, la evolución
bélica avanza mediante estallidos breves
de cambio rápido intercalados con períodos
más largos de cambio lento y gradual. Es
el caso de lo que sucedió en el siglo XIV en
Europa cuando, tras un crecimiento lento,
pero constante, de la importancia de la in-
fantería, los piqueros suizos y los arqueros
ingleses mejoraron su función de manera
sorprendente. Más tarde, la artillería con
pólvora revolucionó el arte del asedio en
la década de 1430 y, una centuria después,
entró en escena la fortaleza artillada, o bas-
tión, cual nueva técnica defensiva que resta-
bleció la correlación de fuerzas en la guerra
de posiciones. En Colombia, tenemos una
muestra de esta arquitectura militar con las
fortificaciones de Cartagena. En suma, cada
innovación alteraba el equilibrio dominante
10
Boletín trimestral de Bioética de la Universidad CES
11
Volumen 8, número 3 • Julio - septiembre de 2016
7. en un momento dado y producía a una fase
de cambio y ajuste rápidos. Y, por último, el
quinto principio consiste en la destreza para
financiar los cambios concomitantes.
Los resultados de la evolución de la prác-
tica occidental de la guerra están a la vis-
ta, como puede apreciarse al consultar el
Global Firepower Index para este año 2017.
Como cabe imaginar, la lista correspon-
diente, que comprende 133 países, inicia
con los Estados Unidos, cuyas fuerzas ar-
madas son las más poderosas del planeta.
A continuación, le sigue Rusia. Por su parte,
Francia y Reino Unido figuran en los pues-
tos 5 y 6, respectivamente; Alemania, en el
puesto 9; Italia, en el11; Israel, en el 15; y
Brasil, en el 17. En cuanto a Colombia, está
en el puesto 40, algo relativamente respe-
table, reflejado en un personal militar que
consta de 511.550 individuos, de los cuales
369.100 son personal activo y 142.450 cons-
tituyen la reserva. En pocas palabras, estos
son guarismos que reflejan un alto poder de
destrucción. No olvidemos que los ejércitos
modernos son megamáquinas sofisticadas.
En fin, esto explica el predominio de Occi-
dente en el mundo (Parker, 2010: 17): ha-
cia 1800, controlaba alrededor del 35% de
la superficie terrestre; en 1914, esa cifra
creció hasta alcanzar cerca del 85%. En la
actualidad, y a pesar de que la superficie
sometida al control directo de Occidente
ha quedado mermada en forma notoria,
la capacidad de las fuerzas armadas occi-
dentales para intervenir de manera directa
y decisiva por tierra y por mar donde haga
falta permite salvaguardar los intereses
económicos correspondientes y perpetuar
un equilibrio de poder acorde con éstos.
Sencillamente, el auge de Occidente resulta
inconcebible si no se toman en cuenta sus
aptitudes bélicas.
A estas alturas, se impone de forma natural
la siguiente pregunta: ¿Podrá la humanidad
superar su actual adolescencia tecnológica,
esto es, resistir la tentación de hacer un uso
insensato y demencial de su enorme poder
de destrucción, manifiesto en los arsenales
de todo el mundo? Para hacernos a una
idea de semejante poder, en lo que a las ar-
mas nucleares concierne, estamos hablado
de unos 16.000 megatones, más que sufi-
ciente para acabar con nuestra civilización
en el transcurso de una tarde perezosa.
Verbigracia, existen bombas nucleares de
un poder enorme, como la temible Bomba
del Zar, desarrollada por los rusos, cuya po-
tencia es de 50 megatones, lo cual quiere
decir que puede destruir una gran ciudad
objetivo, inclusive ciudades como Nueva
York o Tokio. He aquí los efectos produci-
dos por la explosión de esta bomba en una
prueba de la misma llevada a cabo el 30 de
octubre de 1961 en el archipiélago de Nue-
va Zembla (Wikipedia, 2017a): “Cuando la
bomba detonó, inmediatamente la tempe-
ratura directamente debajo y alrededor de
la detonación se habría elevado millones de
grados. La presión bajo la explosión fue de
211.000 kilos por metro cuadrado, más de
diez veces la que hay en el neumático de
un automóvil. La energía luminosa fue tan
poderosa que pudo ser vista incluso a una
distancia de 1000 km, con cielo nublado.
La onda de choque fue lo bastante potente
como para romper vidrios gruesos incluso a
más de 900 km de la explosión, y fue regis-
trada en tres ocasiones distintas alrededor
de la Tierra. La nube de hongo producida
por la explosión se elevó a una altitud de
64.000 metros antes de nivelarse. La ener-
gía térmica fue tan grande que podría haber
causado quemaduras de tercer grado a una
persona que se encontrara a 100 km de la
explosión”. Por así decirlo, toda una arma
suprema del Juicio Final. ¿Qué otra cosa
cabe esperar de los más de 7.500 millones
de cromañones que hoy manejan tecnolo-
gías sofisticadas? Justo en fecha reciente,
los rusos presentaron su nuevo misil nu-
clear Satán 2, que puede portar una ojiva
de hasta 40 megatones, lo que le permite
destruir una zona del tamaño de Francia o
el estado de Texas (Marín, 2016).
En principio, existe cierta esperanza para
superar la adolescencia de marras si toma-
mos en cuenta la ecuación de Frank Drake,
"¿Podrá la humanidad superar su actual adolescencia
tecnológica, esto es, resistir la tentación de hacer un uso
insensato y demencial de su enorme poder de destrucción,
manifiesto en los arsenales de todo el mundo?"
13
Volumen 8, número 3 • Julio - septiembre de 2016
12
Boletín trimestral de Bioética de la Universidad CES
8. o sea, aquella que permite estimar el núme-
ro de civilizaciones tecnológicas altamente
avanzadas que pudiese haber en la galaxia,
de civilizaciones que hayan aprendido a vivir
sabiamente con una alta tecnología y que
posean por tanto un semblante biocéntrico.
Aun si el estimativo correspondiente apenas
sugiriese unas pocas civilizaciones, implica-
ría que existe la posibilidad de superar un es-
tado de adolescencia tecnológica. Aún más,
tal esperanza quedaría reforzada si llegase
del espacio exterior un mensaje que pudiese
interpretarse de manera inequívoca como
procedente de una civilización muy avanza-
da, algo que el inolvidable Carl Edward Sa-
gan supo expresar con elocuencia: “Estas
estimaciones son excitantes. Sugieren que
la recepción de un mensaje del espacio es,
incluso sin descifrarlo, un signo profunda-
mente esperanzador. Significa que alguien
ha aprendido a vivir con la alta tecnología;
que es posible sobrevivir a la adolescencia
tecnológica. Esta razón, con toda indepen-
dencia del contenido del mensaje, proporcio-
na por sí sólo una poderosa justificación para
la búsqueda de otras civilizaciones” (Sagan,
1985: 302). En fin, habida cuenta de que el
ser humano, según lo establece la antropo-
logía filosófica, es proyecto ante todo, resulta
una píldora harto difícil de tragar aquella de
que la humanidad sea incapaz de superar su
presente estado de adolescencia tecnológi-
ca. Sin esperanza, la bioética global y radical
no tendría razón de ser.
El comercio como una forma
zde la guerra
Debemos al poeta, artista, esteta y socialista
británico del siglo XIX William Morris la com-
prensión del comercio como una forma de la
guerra, lo cual significa que ambos implican
un despilfarro de bienes. En efecto, en su
ensayo titulado Cómo vivimos y cómo podría-
mos vivir, Morris (2013: 49) diagnostica que
el sistema aún dominante está basado en un
estado de guerra permanente. Hete aquí una
precisión oportuna habida cuenta de que tan-
to el capitalismo como el marxismo soviético
al ser, por así decirlo, los hijos mellizos de un
padre conocido como el paradigma baconia-
no de conquista de la naturaleza, no están en
posición de promover una sociedad de talante
biocéntrico, algo que tuvo bien claro Hans Jo-
nas al pergeñar El principio de responsabilidad
(Jonas, 2004), obra que tuvo como punto de
partida la propia experiencia militar de Jonas
durantelaSegundaGuerraMundial.Engene-
ral, no están en una posición tal las socieda-
des industriales de índole dominante según la
denominación adecuada introducida por Iván
Illich, el crítico más lúcido y penetrante de las
contradicciones de las sociedades referidas.
Pero, volvamos con Morris, quien sostenía
continoloquesigue:“Asíescomovivimoshoy
en nuestra relación con las naciones extran-
jeras: dispuestos a arruinarlas sin guerras
si es posible y, si fuera necesario, con ellas,
por no hablar de la vergonzosa explotación de
las tribus salvajes y de los pueblos bárbaros,
a los que endilgamos nuestras mercancías
de mala calidad y nuestra hipocresía a fuer-
za de cañón” (Morris, 2013: 52). Repárese en
que estas palabras de Morris permanecen
incólumes y enhiestas pese al largo tiempo
transcurrido, puesto que, en nuestro tiempo,
es más evidente el nexo entre la guerra y el
comercio habida cuenta de que pasamos por
una crisis civilizatoria global marcada, entre
otros rasgos, por el agotamiento de recursos
minerales y un colapso ambiental inminente,
un contexto distópico como el que más ante
la exacerbación de las guerras con motivo de
la disputa por unos recursos cada vez más
escasos. Precisamente, esto lo ha sabido re-
flejar la ciencia ficción, como en Star Wars con
la Federación de Comercio, un gremio harto
poderoso, todo un cártel y megacorporación
de la República Galáctica, que cuenta con una
flota y un ejército privado formidable, lo que le
permitió dominar sistemas estelares enteros.
Las guerras comerciales propias de las so-
ciedades industriales aniquilan tradiciones
milenarias en un santiamén, sin quedar
nada de idílico, placentero o artístico. Antes
al contrario, todo queda pisoteado y hundi-
do en un lodazal de sordidez o fealdad se-
gún lo dijo Morris (2013: 55). Por otra parte,
este fenómeno, visto desde la óptica de Iván
Illich, constituye un ejemplo típico de la con-
traproductividad propia de tales sociedades,
esto es, la contradicción patente entre los
fines declarados y los resultados conse-
guidos. Recordémoslo: no existen grandes
guerreros porque la guerra no engrandece
a nadie. Más bien, la guerra constituye todo
un despliegue de testosterona. Es el aliento
vital de quienes obtienen beneficios (Morris,
2013: 61). Además, Morris expresa esa idea
que subyace en lo que solemos entender
por bioética: el manejo responsable del
enorme poder otorgado por la tecnocien-
cia a los seres humanos, lo cual expresa de
manera sencilla como su empleo a ciegas
y con necedad, como si aún estuviese re-
gido por el destino (Morris, 2013: 66). Para
colmo, se abaratan los productos comer-
ciales a expensas de obligar a las personas
a trabajar hacinada en antros malsanos y
hórridos, lo que quiere decir que las mer-
cancías logran abaratarse a costa de la vida
de los trabajadores, de la felicidad robada
a sus vidas (Morris, 2013: 78). Sobre esto,
para percibir el drama correspondiente,
piense el lector en el régimen ominoso de
las maquilas actuales, las cuales terminan
por chatarrizar a los trabajadores a tem-
prana edad. En cierto modo, por la forma
como el industrialismo sorbe las energías
vitales de la gente, cabe compararlo con las
leyendas sobre vampiros, pues, sus man-
dos, principales y medios, hacen las veces
de chupatiempos, lo que permite explicar
la contraproductividad que le es inevitable.
Por ende, el modo de producción capitalista
es inmoral y amoral a la vez, sobre todo al
haber erigido el utilitarismo como especie
de sinónimo de virtud.
Además, la persecución del beneficio propia
de las guerras comerciales es la que amon-
tona a los seres humanos en las terribles
aglomeraciones conocidas como ciudades;
la que los hacina en barrios cerrados, sin
jardines ni espacios abiertos; la que su-
merge a la gente en nubes de humos sul-
furosos, que, a la vez, convierten los ríos y
quebradas en cloacas; y la que condena a
la gente, salvo a los más pudientes, a vivir
"Las guerras comerciales
propias de las sociedades
industriales aniquilan
tradiciones milenarias en un
santiamen, sin quedar nada de
idilico, placentero o artistico.
Antes al contrario, todo queda
pisoteado y hundido en un
lodazal de sordidez o fealdad".
"Por ende, el modo de
producción capitalista es
inmoral y amoral a la vez,
sobre todo al haber erigido el
utilitarismo como especie de
sinónimo de virtud".
1514
Boletín trimestral de Bioética de la Universidad CES Volumen 8, número 3 • Julio - septiembre de 2016
9. en viviendas mal diseñadas, sin tomar en cuenta el bienestar de
las personas (Morris, 2013: 80). En síntesis, con un hondo sentido
ético, todo lo anterior conduce a William Morris a proponer las
exigencias básicas para promover una vida decente, a saber: un
cuerpo saludable; una mente activa, compenetrada con el pasado,
el presente y el futuro; una ocupación adecuada para un cuerpo
sano y una mente activa; y un mundo hermoso en el que valga la
pena vivir (Morris, 2013: 85). Desde luego, todo esto presupone
erradicar las guerras y su cuasisempiterno despilfarro de bienes.
¿Será posible al ser el hombre un animal de malos instintos ? Y no
hay genes para la moral.
Por fortuna, no han faltado los científicos e ingenieros con alta es-
tatura ética, como Richard Feynman, cuyo testimonio en relación
con el Proyecto Manhattan es elocuente al compendiar la esencia
de lo que debe ser la ética en el ámbito militar, entendida cual
compromiso intelectual de parte de los científicos e ingenieros
mismos (Feynman, 1994: 158-159):
Tras el éxito del primer ensayo, la excitación de todo el mundo en Los
Álamos fue tremenda. Todo el mundo celebraba fiestas, y todos co-
rríamos de acá para allá. Yo me senté en la trasera de un jeep y allí
estuve haciendo redobles de tambor y armando jaleo. Me acuerdo,
sin embargo, de que una persona, Bob Wilson, estaba allí sentado,
taciturno y deprimido.
Yo le dije: « ¿A qué esas penas?».
«Hemos hecho una cosa terrible», me respondió.
«Pero si fuiste tú quien la empezó. Tú nos metiste en esto».
Ya ven ustedes, lo que me ocurrió —lo que ocurrió con todos noso-
tros—, es que tuvimos una buena razón para empezar. Después uno
se pone a trabajar muy intensamente para lograr algo, y es un placer;
es apasionante. Y ya se sabe, se deja de pensar; sencillamente, uno
no piensa. Bob Wilson era el único que en aquel momento aún estaba
pensando en las consecuencias.
Regresé a la civilización poco después, y fui a Cornell a enseñar. Mi
primera impresión fue muy extraña. Todavía no puedo comprenderla,
y por aquel entonces me causaba una enorme impresión. Por ejem-
plo, estaba sentado en un restaurante de Nueva York, y al mirar los
edificios vecinos empezaba a pensar hasta qué radio causó daños la
bomba de Hiroshima, y cosas por el estilo… ¿A qué distancia de aquí
estaba la calle 34?… Veía todos aquellos edificios reducidos a escom-
bros. A lo mejor pasaba por un sitio donde estaban construyendo un
puente, o abriendo una nueva carretera, y pensaba: «Están locos; es
que no comprenden, no alcanzan a comprender. ¿Por qué construyen
cosas nuevas? Es totalmente inútil».
Pero, afortunadamente, ha sido inútil desde hace casi cuarenta años,
¿verdad? Así que me equivoqué sobre la inutilidad de construir puentes,
y me alegro de que todas esas personas tuvieran el buen sentido de
seguir adelante.
Yo le dije:
« ¿A qué esas penas?».
«Hemos hecho una cosa terrible»,
me respondió.
«Pero si fuiste tú quien la empezó.
Tú nos metiste en esto».
Ya ven ustedes, lo que me ocurrió —lo que ocurrió
con todos nosotros—, es que tuvimos una buena
razón para empezar. Después uno se pone a trabajar
muy intensamente para lograr algo, y es un placer;
es apasionante. Y ya se sabe, se deja de pensar;
sencillamente, uno no piensa.
1716
Boletín trimestral de Bioética de la Universidad CES Volumen 8, número 3 • Julio - septiembre de 2016
10. Ante todo, Feynman fue un científico ciuda-
dano que superó su pecado de juventud al
ser capaz de reconocer que esa experien-
cia fue un caso de mal uso de la ciencia, en
contraste con lo hecho en su investigación
acerca del accidente de la lanzadera espa-
cial Challenger. A su manera, él se percató
de que la guerra no engrandece a nadie. Por
supuesto, este ejemplo memorable sobre
Feynman no quiere decir que, con anteriori-
dad a la Segunda Guerra Mundial, estuviese
ausente la reflexión ética por parte de inte-
lectuales comprometidos. De facto, en lo
concerniente a la Primera Guerra Mundial,
Freeman Dyson (1992: 196) deja esto bien
claro: “La tecnología, en las impresiones de
la Primera Guerra Mundial que yo absorbí
cuando niño, era un monstruo malévolo
que se había librado de todo control hu-
mano. Esta visión de la tecnología era muy
común en Inglaterra por entonces, no sólo
entre los poetas y los literatos, cuyos escri-
tos cita Paul Fussell en The Great War and
Modern Memory, sino también entre hom-
bres de ciencia”. Por ende, al hablar de los
usos irresponsables del enorme poder de la
tecnociencia, sobre todo para fines bélicos,
resulta prudente no generalizar a la totali-
dad de la comunidad científica y humanista.
Después de todo, la condición humana no
admite reducción alguna.
Por desgracia, la capacidad de reconocer
el mal uso de la ciencia y la tecnología no
es la nota dominante entre los científicos
e ingenieros, sobre todo si carecen de una
sólida formación humanista, menos aún si
ellos están involucrados en el desarrollo de
armamentos o en proyectos harto dudosos
con empresas multinacionales. Al fin y al
cabo, el diablo es el que carga las armas.
No hay guerras hermosas. Para colmo, en
nuestro tiempo, se ha magnificado esta pro-
blemática a causa del desarrollo de nuevas
tecnologías bélicas, tales como los robots,
los drones y, por encima de todo, los sol-
dados aumentados merced a su optimiza-
ción biológica, algo que recuerda tramas de
ciencia ficción, como The Six Million Dollar
Man, RoboCop y Universal Soldier. En es-
pecial, esta dudosa optimización biológica
implica grandes problemas éticos y jurídi-
cos, concernientes al derecho internacional
humanitario, la doctrina de la guerra justa,
el quiebre de valores militares tradiciona-
les, la eliminación de las emociones y las
dificultades a largo plazo de la reintegración
a la vida civil (Puscas, 2017), por lo que, en
el futuro, no se descarta la instauración de
un derecho a consentir o no las intervencio-
nes irreversibles en el cuerpo humano que
atentarían contra la “libertad cognitiva” del
soldado. Al fin y al cabo, esto tiene que ver
con el desarrollo de capacidades más allá
de la norma, más aún cuando estas tecno-
logías de aumento connotan una capacidad
ofensiva y hay repercusiones al eliminar las
emociones con bloqueadores, un estado de
muerte emocional, como la perpetración
de “crímenes emocionales” al quedar los
soldados insensibles al asesinato, un esta-
do en el que la ética queda por los suelos
dado que la misma requiere, para su ejerci-
cio, de un ser humano autónomo. Y, en los
ejércitos, a lo largo de su historia, enrolarse
ha implicado renunciar a una parte de la
autonomía. Así las cosas, resulta dudoso
que un soldado aumentado merezca una
condecoración si su coraje es el fruto de in-
tervenciones neuronales, algo comparable
a subir hasta la cima del monte Everest en
helicóptero y con máscara de oxígeno, esto
es, justo lo contrario al buen montañismo.
En este punto, es menester precisar que
el ideal, por no decir que obsesión, de la
optimización del soldado dista en mucho
de ser algo reciente, puesto que la historia
militar ofrece un conjunto variopinto de si-
tuaciones que demuestran que los ejércitos
buscan “aumentar” a sus soldados tanto
para mejorar sus capacidades como para
reducir costos (Puscas, 2017): en la Bata-
lla de Austerlitz, en 1805, dos divisiones de
infantería napoleónica recibieron una triple
ración de licor para suscitar el entusiasmo
bélico; los zulúes sudafricanos, al luchar
contra los británicos en el siglo XIX, recibían
de sus chamanes una variedad de hierbas
similares al cannabis para así combatir con
“fanatismo, devoción y furor”; en plena Se-
gunda Guerra Mundial, los soldados nazis y
japoneses recibieron metanfetaminas; y, en
la Guerra de Vietnam, el uso masivo de las
anfetaminas causó una oleada de adiccio-
nes en el ejército. Más adelante, la inves-
tigación brindó soluciones más seguras,
como la ritalina y el modafinil.
El problema de hacer evolucionar con rapi-
dez al hombre actual hacia un superhom-
bre merced a la tecnociencia ha preocupado
también a ciertos divulgadores científicos
conspicuos, como el español Luis Miravit-
lles Torras. En su primoroso libro Visado
para el futuro, Miravitlles (1970: 114-118)
expresa lo siguiente con justa razón: “Este
es un tema que presenta características
tan atrayentes como angustiosas. […] En-
tonces, este superhombre que nos anticipa
la Biología, ¿qué será?, ¿cómo será? ¿Que-
dará colocado entre el águila y la serpiente,
como quería Nietzsche, en un despeñadero
negativo de la evolución, o, por el contrario,
será simplemente un hombre tan perfecto
Por desgracia, la capacidad de reconocer el mal uso de
la ciencia y la tecnología no es la nota dominante entre
los científicos e ingenieros, sobre todo si carecen de
una sólida formación humanista, menos aún si ellos
están involucrados en el desarrollo de armamentos o en
proyectos harto dudosos con empresas multinacionales.
1918
Boletín trimestral de Bioética de la Universidad CES Volumen 8, número 3 • Julio - septiembre de 2016
11. que dejará de serlo?”. En suma, la misma
civilización, a fuer de su carácter prome-
teico manifiesto, podría hacer desaparecer
al ser humano. He aquí otro de los motivos
principales de la ciencia ficción, ilustrado
en forma elocuente en algunos episodios de
Star Trek. Por lo demás, Iván Illich, el críti-
co más lúcido de las contradicciones de las
sociedades industriales contemporáneas,
consciente de esta nefasta posibilidad de la
tecnociencia dominante actual, ha sabido
percibir que es menester pasar del hom-
bre prometeico al hombre epimeteico, que
debe renacer. Este es justo el quid bioético
de esta neurálgica cuestión, que va más allá
de la mera optimización biológica de los
soldados. En palabras de Illich (2006: 288):
“El ethos prometeico ha eclipsado actual-
mente la esperanza. La supervivencia de la
raza humana depende de que se la descu-
bra como fuerza social”. En otras palabras,
el hombre debe dejar de ser el juguete de
científicos, ingenieros y planificadores.
Por supuesto, no solo Occidente ha gene-
rado reflexión ética sobre las armas. Verbi-
gracia, en Japón, existe un manga titulado
Rurōni Kenshin: Meiji Kenkaku Romantan, co-
nocido en castellano como Kenshin, el gue-
rrero samurái, escrito e ilustrado por No-
buhiro Watsuki y adaptado al anime bajo la
dirección de Kazuhiro Furuhashi (Wikipedia,
2017c). La trama transcurre al comienzo de
la Era Meiji del imperio japonés (23 de octu-
bre de 1868 a 30 de julio de 1912). Su matriz
ética está centrada en la paz, el amor y la
redención, lo cual ha fomentado su popu-
laridad a nivel internacional. También, está
adaptado al cine con tres filmes, estrenado
el primero en 2012. En lo polemoético, lla-
ma la atención la espada que usa Kenshin,
pues, no es una espada cualquiera, sino
una sakabatō, o sea, una katana en la que
el filo y el lado romo están invertidos, lo cual
le permite usar su estilo de lucha kenjutsu
(esgrima japonesa), un estilo veloz, el Hiten
Mitsurugi Ryū, o estilo de espada del hono-
rable dragón que surca los cielos, sin riesgo
de que sea mortal. En otras palabras, dicha
espada se emplea como garrote, puesto
que no se le causa un corte al adversario
para matarlo, sino un golpe por cuanto el
lado curvo exterior no está afilado, al con-
trario de la katana común. Así, el filo está
en el lado interior, lo cual significa que, si
se desea usarla en forma letal, es menes-
ter invertirla. Por consiguiente, promueve el
deseo de vivir y de proteger al prójimo. Con
todo, Himura Kenshin jamás usa el filo a
causa de un juramento que ha hecho de no
asesinar más personas. Así mismo, en esta
serie, hay otro estilo ético de lucha con base
en la espada de bambú, el Kamiya Kass-
hin-Ryu, un estilo de kendo concebido para
la defensa y protección de las personas, no
para asesinar.
Un caso polemoético emblemático: La
serie AK de rifles de asalto
Con el fin de destacar los problemas éti-
cos derivados del uso irresponsable de las
armas, expresión comercial incluida, no
es menester invocar ejemplos espectacu-
lares como las armas nucleares, químicas
o biológicas. De facto, hay bastante de que
ocuparse al respecto con las armas con-
vencionales ligeras. En especial, la serie
AK de rifles de asalto, la cual ha transfor-
mado sobremanera el concepto de segu-
ridad mundial, máxime que, con más de
cien millones fabricados, incluidas todas
sus variantes, el AK pasa por ser el arma
con mayor producción en masa en la his-
toria militar (McNab, 2015: 116). Su historia
comienza en la década de 1930, cuando los
soviéticos experimentaron con cartuchos
“intermedios”, esto es, a medio camino en-
tre la potencia de la munición de un rifle y
una metralleta. Así, se lograba un alcance
de combate de unos 400 metros, pero con
un impulso de retroceso que podía usarse
en modo automático. En otras palabras,
se logró de este modo un arma única para
cada soldado. Poco después, en 1944, el in-
geniero ruso Mikhail Kalashnikov inició un
desarrollo competitivo para crear un nuevo
rifle de fuego selectivo concebido para el
cartucho intermedio. Nació así el AK-47,
que, en 1948, pasó a la etapa de pruebas del
21
Volumen 8, número 3 • Julio - Septiembre de 2016
20
Boletín trimestral de Bioética de la Universidad CES
12. ejército y, al año siguiente, quedó adoptado
como el rifle soviético reglamentario. Una
década más tarde, lo modernizaron y aba-
rataron en cuanto a métodos de producción
concierne. Desde entonces, no han faltado
las imitaciones, como el modelo chino Tipo
56, una copia casi idéntica del AK, aún en
uso en las fuerzas militares chinas.
No ha faltado la mitología sobre este ri-
fle, fruto de sus representaciones en Ho-
llywood. En realidad, no es más potente que
otros rifles de asalto, ni es especialmente
preciso (McNab, 2015: 118). Eso sí, es bas-
tante fiable, su uso es sencillo y tiene una
amplia distribución por todo el planeta. En
concreto, su uso apenas requiere poner el
cargador, bajar el nivel del selector al modo
semiautomático o automático, amartillar,
soltar la palanca de amartillado y apretar
el gatillo. Precisamente, por características
como las anteriores, aparecen los proble-
mas éticos concomitantes, puesto que, en
varias versiones, siguen siendo populares
entre las fuerzas insurgentes de todo el
orbe, una situación favorecida por las laxas
restricciones de ventas de la época de post-
guerra, sobre todo a partir de la década de
1990, habida cuenta de que los soldados so-
viéticos estuvieron mal pagados. En lo que a
Colombia concierne, el AK-47, por ejemplo,
tuvo uso por parte de las FARC, tanto que
los guerrilleros correspondientes lo veían
como si fuese su pareja. Luego, tras el co-
lapso de la Unión Soviética, muchas anti-
guas repúblicas de la misma han intentado
aliviar su pobreza vendiendo sus unidades
de AK al mejor postor. También, más de 30
países lo han adoptado para sus ejércitos. Y
tampoco cabe pasar por alto la distribución
de este rifle durante la guerra fría por todo
el mundo, incluido Occidente, pues, durante
la ocupación soviética de Afganistán (1979-
1989), la CIA financió el paso de unos tres
millones de fusiles AK a través de la fron-
tera entre Pakistán y Afganistán. En vista de
esto, se calcula que más de un cuarto de
millón de personas mueren asesinadas por
rifles AK cada año, por lo que cabe afirmar
que bien puede ser el arma ligera que más
trágico legado ha dejado al ser la más letal
(McNab, 2010: 130). Y su historia continúa al
ser el arma preferida de las guerrillas re-
volucionarias y los grupos terroristas. Pero,
¿quién le pone el cascabel al gato? De otro
lado, en el ámbito deportivo, su popularidad
es patente al tener réplicas para la práctica
delairsoft y el paintball. Más interesante aún,
el Comando de Operaciones Especiales de
los Estados Unidos anda en búsqueda de
fabricantes estadounidenses de armas que
puedan fabricar rifles AK-47 (Ernst, 2016).
Esto con el fin de ahorrar dinero y proveer
a los aliados estadounidenses con armas,
municiones y repuestos, máxime que tales
aliados prefieren dicho rifle por su durabi-
lidad y la ubicuidad de sus municiones de
7,62 mm. Y Colombia no se queda atrás,
puesto que Indumil tiene en su catálogo el
fusil Galil ACE-22, cuya forma es similar a la
del AK-47 (Indumil, 2017). De facto, el Galil,
uno de los fusiles de asalto usados por las
fuerzas de defensa israelíes, ha sido el prin-
cipal fusil de infantería de nuestro ejército,
reemplazado por la versión mejorada ACE.
Sentado esto, para entender las prestacio-
nes de la serie AK-47, amén de otras armas
icónicas del siglo XX y de lo que va corrido
del XXI, y sus implicaciones éticas, conviene
reparar en la revolución armamentística del
siglo XIX, puesto que la misma puso en las
manos del soldado un poder sin preceden-
tes, todo gracias a la industrialización de la
guerra. Nació así la moderna industria mi-
litar. En efecto, a lo largo de tal centuria, re-
sultaron más innovaciones en las armas de
fuego que en cualquier otro período anterior
o posterior (Headrick, 2011: 241). Innovacio-
nes que mejoraron la facilidad de carga, la
rapidez de fuego y la precisión y el alcance
del disparo: el mecanismo de retrocarga; un
proyectil que deslizase con facilidad en el ca-
ñón desde la boca y, luego, se adaptase en
forma estrecha al rayado del ánima al dis-
pararlo; la pistola con tambor rotatorio, o re-
vólver; las piezas intercambiables; los rifles
de repetición, como el Henry y el Spencer; el
cargador de caja; la introducción del acero;
la pólvora sin humo; los proyectiles huecos
En estas condiciones, es
menester preservar, por
el estilo de los monjes
medievales, pero en forma
consciente y deliberada, por
parte de humanistas sacro-
seculares comprometidos,
lo mejor de la ciencia y la
cultura. He aquí la dimensión
ética central de la respuesta
ante el colapso de marras
2322
Boletín trimestral de Bioética de la Universidad CES Volumen 8, número 3 • Julio - septiembre de 2016
13. o de cabeza plana que se abren cual som-
brilla al golpear la carne, abriendo un agu-
jero del tamaño de un puño, cuya expresión
más siniestra son las balas dum-dum; y la
ametralladora. Así, los soldados dispusie-
ron de una capacidad de fuego desconocida
hasta ese momento (Headrick, 2011: 249). Si
nos fijamos, las diferencias entre los fusiles
actuales de la infantería y los de la década
de 1890 son pequeñas. Por esto, una uni-
dad militar más reducida podía dominar un
territorio mayor merced a un alto poder de
destrucción, con lo cual la práctica occiden-
tal de la guerra alcanzó cotas impensables
en tiempos pasados. De aquí que, gracias a
la serie AK-47, una guerrilla, sin tantos efec-
tivos como los de un ejército regular, tenga
un gran poder destructor, aunque sin mucha
responsabilidad de por medio, sobre todo en
relación con la población civil.
En este punto, resulta inevitable recordar
de nuevo a Carlos París (2012: 66-67): “La
barbarie ha caracterizado a todas las gue-
rras, pero, cuando está potenciada por la
industria, en la Primera Guerra Mundial,
y por la ciencia, en la Segunda, el desplie-
gue de la capacidad instantánea y masiva
de la destrucción y la muerte convierte a
las contiendas anteriores en mera antici-
pación artesanal. […] Y, si pensamos en los
horizontes que abre la nueva biología, la re-
flexión moral se hace tan imperiosa que no
ha dejado de surgir la llamada “bioética””.
En otras palabras, este sensato juicio de
París apuntala lo previsto en el siglo XIX por
William Morris al hablar del comercio como
una forma de la guerra.
Complementario a lo dicho, conviene no
pasar por alto otro aspecto ético en la gue-
rra: la dimensión lúdica, crucial porque la
especie humana, conforme evolucionó, se
constituyó por una vía neoténica, un salto
notable en nuestra evolución. Esto explica
porque disfrutamos del juego durante toda
la vida, dado que llegamos a ser adultos sin
dejar de ser niños, crecemos sin abando-
nar los patrones infantiles. Piense el lector
cuando se aburre en una reunión y juega
con sus llaves o hace tres en línea. Mejor
aún: la historia de la ciencia y la tecnología
comparte esta dimensión lúdica. De facto, la
ciencia es, más que todo, curiosidad organi-
zada. Botón de muestra, el uso de modelos
a escala reducida de grandes artefactos no
es otra cosa que el uso de juguetes concebi-
dos para un fin tecnocientífico. En especial,
Johan Huizinga, en su obra Homo ludens, le
dedica el capítulo quinto al juego y la gue-
rra (Huizinga, 2000), perspectiva en la que
no puede faltar la dimensión ética, pues, el
juego está gobernado por reglas, como de-
muestra Huizinga con un gran número de
episodios bélicos a lo largo de la Historia.
Incluso en la deshumanizada guerra mo-
derna no falta en ocasiones el intercambio
de cortesías con el enemigo. Así las cosas,
si el juego está presente en la guerra, sus
instrumentos, las armas, comparten esta
dimensión lúdica. Después de todo, las ar-
mas son las joyas de los hombres, como lo
sugiere el curioso sobrenombre dado a la
pistola deportiva Crossman 2240: la Barbie
para hombres.
Justo por esto, las mujeres tienen un com-
promiso ético ineludible, como lo sugiere
cierta costumbre africana: “Entre los caza-
dores y recolectores Kung San del desierto
del Kalahari, cuando dos hombres, quizá
inflamados por la testosterona, empiezan a
discutir, las mujeres les quitan las flechas
envenenadas y las ponen fuera de su alcan-
ce. Hoy en día, nuestras flechas envenena-
das pueden destruir la civilización global y
posiblemente aniquilar a nuestra especie.
Ahora, el precio de la ambigüedad moral es
demasiado alto. Por esta razón —y no por
su aproximación al conocimiento— la res-
ponsabilidad ética de los científicos también
debe ser muy alta, sin precedentes. Desea-
ría que los programas universitarios de
ciencia plantearan explícita y sistemática-
mente estas cuestiones con científicos e in-
genieros experimentados. Y a veces me pre-
gunto si, en nuestra sociedad, también las
mujeres —y los niños— acabarán poniendo
las flechas envenenadas fuera de nuestro
alcance” (Sagan, 1997: 318). Por supuesto,
"Ahora, el precio de la ambigüedad moral
es demasiado alto. Por esta razón —y no
por su aproximación al conocimiento— la
responsabilidad ética de los científicos
también debe ser muy alta, sin precedentes.
Desearía que los programas universitarios
de ciencia plantearan explícita y
sistemáticamente estas cuestiones con
científicos e ingenieros experimentados".
25
Volumen 8, número 3 • Julio - septiembre de 2016
24
Boletín trimestral de Bioética de la Universidad CES
14. nuestras flechas envenenadas son muy so-
fisticadas: armas nucleares, químicas, bio-
lógicas y convencionales bastante letales,
amén de la violencia simbólica. Por ende,
seamos cautos, evitemos la ingenuidad, ya
que estos son tiempos aciagos de colapso
civilizatorio, de enfrentamientos tribales
inevitables por unos recursos menguantes,
un escenario en el que el Estado de dere-
cho cede ante el estado de naturaleza, en el
que la ética se torna evanescente. De facto,
estamos inmersos, desde hace varias déca-
das, en un nuevo período de oscurantismo,
que, al parecer, durará una centuria cuando
menos. En estas condiciones, es menes-
ter preservar, por el estilo de los monjes
medievales, pero en forma consciente y
deliberada, por parte de humanistas sa-
cro-seculares comprometidos, lo mejor de
la ciencia y la cultura. He aquí la dimensión
ética central de la respuesta ante el colapso
de marras, marcado a sangre y fuego por el
hado nefasto de los señores de la guerra.
Epílogo:Elhadodelacondiciónhumana
Por lo visto, en una especie aún dominada
por el cerebro del reptil, la guerra es sem-
piterna. Por ahora, solo cabe abrigar la es-
peranza de que la ética logre amortiguar en
algún grado sus efectos. ¿Qué tanto? No lo
sabemos. En lo que a Colombia concierne,
los acuerdos de La Habana podrían quedar
en papel mojado. Años atrás, en el descanso
de unas escalas en la Universidad Nacional
de Colombia, había un afiche con una cari-
catura elocuente. En la misma, junto a un
globo terráqueo, estaban Dios y el Diablo.
Mientras aquél le decía con orgullo a éste
que, justo en este territorio, iba a poner un
paraíso con lo mejor en pisos térmicos, flora
y fauna, el enemigo malo decía lo siguiente
para sus adentros: “Si este señor se imagi-
nase la gentecita que le voy a meter allá”. He
aquí una caricatura que la realidad avala con
tozudez. No en vano, Colombia figura entre
los países más violentos del planeta.
Con ironía realista, Gary Brecher (2008: 15-
72) describe la situación colombiana al de-
cir que la historia correspondiente es como
el suelo de un matadero en medio de un
apagón. Le ofrece al lector no colombiano
dos opciones para conocer nuestra infausta
historia, a saber: (1) La versión corta, basa-
da en alquilar o comprar el filme El precio
del poder, una película de mafiosos; luego,
avanzar hasta la escena en la que dos ma-
fiosos gringos tratan de negociar una droga
con sus pares colombianos, escena en la
que éstos, con una motosierra, le cortan
brazos y piernas a uno de los norteameri-
canos; y reproducir esta escena durante
400 años para captar así nuestra historia y
cultura; y (2) la versión más detallada, que
Brecher brinda en el primer capítulo de su
libro. En general, la historia de la literatura
recoge la maldad humana, como los cuen-
tos originales y sin censura de los herma-
nos Grimm, carentes de finales de opereta.
En todo caso, en este siglo XXI, se exacer-
barán las guerras, sobre todo a causa del
cambio climático y la disputa por unos re-
cursos cada vez más menguantes, cuestión
crucial de la que se ocupa Harald Welzer
(2012) en un libro de lo más oportuno. No
seamos ilusos. Las guerras no desapare-
cerán, lo cual no implica tirar la ética y la
bioética por la borda, puesto que, con mayor
razón, precisamos una ética del como si, es
decir, como si la ética no tuviese fecha de
caducidad, para así forjar una civilización
alternativa biocéntrica y convivencial.
las naciones y los países ricos asuman su
responsabilidad en la redistribución hacia
los países con menores recursos.
Por lo visto, en una especie aún dominada por el
cerebro del reptil, la guerra es sempiterna. Por ahora,
solo cabe abrigar la esperanza de que la ética logre
amortiguar en algún grado sus efectos.
Las naciones y los países ricos asuman su
responsabilidad en la redistribución hacia los
países con menores recursos.
26
Boletín trimestral de Bioética de la Universidad CES
27
Volumen 8, número 3 • Julio - Septiembre de 2016
15. BIBLIOGRAFÍA
BRECHER, Gary. (2008). Hazañas y chapuzas bélicas. Barcelona: Los Libros del
Lince.
CEREIJIDO, Marcelino. (2011). Hacia una teoría general sobre los hijos de puta.
México: Tusquets.
DYSON, Freeman. (1992). Armas y esperanza. México: Fondo de Cultura
Económica.
ERNST, Douglas. (2016). SOCOM seeks U.S. gunmakers who can supply Russian-
designed AK-47. Extraído el 1° de diciembre de 2017 desde https://www.
washingtontimes.com/news/2016/jun/10/special-operations-command-
seeks-us-gunmakers-who-/.
FEYNMAN, Richard P. (1994). ¿Está usted de broma, Sr. Feynman? Madrid:
Alianza Editorial.
FEYNMAN, Richard P. (1999). Qué significa todo eso: Reflexiones de un científico
ciudadano. Barcelona: Crítica.
GONZÁLEZ ARENAS, Luis Alberto. (2012). Los hijos de puta y los orígenes de
la maldad: Hacia una teoría general sobre los hijos de puta: Un acercamiento a
los orígenes de la maldad, de Marcelino Cereijido. Extraído el 7 de septiembre
de 2017 desde http://revistareplicante.com/los-hijos-de-puta-y-los-origenes-
de-la-maldad/.
HEADRICK, Daniel R. (2011). Elpoderyelimperio:Latecnologíayelimperialismo,
de 1400 a la actualidad. Barcelona: Crítica.
HUIZINGA, Johan. (2000). Homo ludens. Madrid: Alianza.
ILLICH, Iván. (2006). Obras reunidas: Volumen I. México: Fondo de Cultura
Económica.
INDUMIL. (2017). Productos. Extraído el 6 de diciembre de 2017 desde https://
www.indumil.gov.co/shop/.
IRWIN, William y JACOBY, Henry (eds.). (2010). La filosofía de House. Buenos
Aires: Selector.
JONAS, Hans. (2004). El principio de responsabilidad: Ensayo de una ética para la
civilización tecnológica. Barcelona: Herder.
MARÍN, Eduardo. (2016). Rusia presenta su nuevo misil nuclear “Satán 2”, capaz
de destruir una región tan grande como Francia. Extraído el 24 de septiembre de
2017 desde http://es.gizmodo.com/rusia-presenta-su-nuevo-misil-nuclear-
satan-2-capaz-1788186229.
McNAB, Chris (Director). (2010). Armas de fuego militares y deportivas del siglo
XX. Madrid: Tikal.
McNAB, Chris. (2015). El gran mundo de las armas ligeras: Una historia ilustrada.
Madrid: Edimat Libros.
MIRAVITLLES, Luis. (1970). Visado para el futuro. Barcelona: Salvat.
MORRIS, William. (2013). Cómo vivimos y cómo podríamos vivir, seguido de El arte
bajo la plutocracia y de Trabajo útil o esfuerzo inútil. Logroño: Pepitas de calabaza.
PARKER, Geoffrey (Ed.). (2010). Historia de la guerra. Madrid: Akal.
PUSCAS, Ioanna. (2017). Nuevas tecnologías para mejorar las capacidades bélicas:
En busca del “soldado aumentado”. En: Le Monde diplomatique, Año XV, Nº 170,
pp. 36-37.
RAMÓN Y CAJAL, Santiago. (1922). Charlas de café: Pensamientos, anécdotas y
confidencias. Madrid: Imprenta de Juan Pueyo.
RODRÍGUEZ, Manuel. (2013). 1934: La legión del espacio: Jack Williamson. Extraído
el 5 de septiembre de 2017 desde http://universodecienciaficcion.blogspot.
com/2013/03/1934-la-legion-del-espacio-jack.html.
SAGAN, Carl. (1980). Cosmos. Barcelona: Planeta.
SAGAN, Carl. (1997). El mundo y sus demonios: La ciencia como una luz en la
oscuridad. Bogotá: Planeta.
SIERRA Cuartas, Carlos Eduardo de Jesús. (2014). Polemoética: Límites y
posibilidades. En: Revista de Bioética Latinoamericana, Vol. 14, Nº 1, pp. 47-81.
WELZER, Harald. (2012). Climate Wars: Why People Will Be Killed in the 21st
Century. Malden: Polity Press.
WIKIPEDIA. (2017a). Bomba del Zar. Extraído el 19 de septiembre de 2017 desde
https://es.wikipedia.org/wiki/Bomba_del_Zar.
WIKIPEDIA. (2017b). Jack Williamson. Extraído el 4 de septiembre de 2017 desde
https://es.wikipedia.org/wiki/Jack_Williamson.
WIKIPEDIA. (2017c). Rurouni Kenshin. Extraído el 23 de septiembre de 2017 desde
https://es.wikipedia.org/wiki/Rurouni_Kenshin.
WIKIPEDIA. (2017d). The Stanford Prison Experiment (film). Extraído el 4 de
septiembre de 2017 desde https://en.wikipedia.org/wiki/The_Stanford_Prison_
Experiment_(film).
WILLIAMSON, Jack. (1976). La legión del espacio. Barcelona: Martínez Roca.
ZI, Sun. (2010). El arte de la guerra. Madrid: Mestas Ediciones.
ZIMBARDO, Philip. (2008). El efecto Lucifer: El porqué de la maldad. Barcelona:
Paidós.
ZIMBARDO, Philip y FRANCO, Zeno. (2008). La banalidad del heroísmo. En: Muy
Historia, Nº 19, pp. 10-14.
16. Imágenes tomadas de: www.shutterstock.com
El Boletín ETICES se publica gracias al apoyo financiero de la
Dirección de Gestión del Conocimiento de la Universidad CES.