El documento describe el origen del sistema de horas de 24 horas y años de 365 días, el cual se atribuye a los antiguos egipcios. Los sacerdotes egipcios dividían la noche en 12 horas iguales basándose en la aparición de las estrellas en el horizonte oriental. Mil años después, en la época romana, se diseñó un reloj solar portátil compuesto de dos piezas de piedra perpendicular entre sí, una con marcas de horas y la otra que servía de aguja, que fue popular entre los sacerdotes egipcios.