La familia es un agente económico que consume, ahorra, invierte y ofrece trabajo. Funciona consumiendo bienes y servicios, ahorrando de forma voluntaria, forzosa y negativa, e invirtiendo en activos como viviendas para crear capital. El consumo y ahorro de la familia dependen de factores como la inflación y las tasas de interés, mientras que la inversión depende de las tasas de retorno de los activos.