2. INTRODUCCIÓN
El pueblo jíbaro habita principalmente en el departamento de Loreto. Según
datos obtenidos por el Ministerio de Cultura, la comunidad nativa Cuchara en el
distrito de Trompeteros en Loreto se identificó como parte del pueblo jíbaro, y su
población se estimó en 168 personas.
3. Población por edad y sexo
Puede identificarse, que del total de 79 871 habitantes, 40 863
habitantes son hombres y 39 008 corresponden a mujeres
Educación
7. Características
Vestidos y adornos
Semejanza con la lengua japonesa
No tiene artículos.
Carece de género.
Cuando los hombres van de caza, de guerra o alguna ceremonia especial,
llevan una tela sujeta a las caderas llamada itipi. El vestido femenino se
llama tarachi que consiste en una pieza rectangular, cuyo extremo superior
pasa por abajo del brazo izquierdo y se prende sobre el rende sobre el
hombro derecho Los hombres el único adorno que usan es una borla de
tucán cigüeña, que ese atan a la oreja, El material usado en los vestidos de
ambos sexos, es de algodón tejido por los hombres de casera.
8. Actividades económicas
Tradicionalmente, el pueblo jíbaro tiene como
sus principales actividades económicas la
agricultura, la caza, la pesca y la recolección,
siendo sus principales cultivos la yuca, el
plátano, el maíz, el algodón y el tabaco
(Seymour 1988). Si bien la agricultura que
practican es, en importante medida, de
subsistencia; también comercializan algunos de
sus productos.
El ecoturismo es una actividad que
recientemente han incorporado
como estrategia de subsistencia.
9. Divisiones de trabajo
LAS MUJERES: Se encargan de las
tareas más pesadas y difíciles del
trabajo: guisan, hilan, llevan las
cargas y cuidan las plantaciones, mas
y mascan diariamente el arrurruz para
el giamanchi.
LOS HOMBRES: Primordialmente se
dedican a ser guerreros y protectores
son cazadores y por último, tejedores.
Los hombres jíbaros son polígamos.
Desde la infancia los jíbaros son
entrenados por sus padres para
desempeñar las labores en beneficio
de la tribu.
las mujeres se encargan del sembrío,
deshierbe y cosecha, así como
también a la recolección de
alimentos, el cuidado de niños y las
tareas domésticas.
Según la división del trabajo por
género que tradicionalmente ha
caracterizado a los jíbaro, los
hombres se dedican a la caza, la
fabricación de canastos y armas, y a
la construcción de casas.