El documento habla sobre el año 2008 que tuvo momentos alegres y tristes pero siempre con la guía de Jesucristo. Se acerca la Navidad, tiempo para abrir el corazón a Jesús y dejarse lavar por su sangre para llenarse de paz, amor y tolerancia. El autor desea que esta época sea de reconciliación con los demás y de construir relaciones de hermandad como Jesús enseñó.