La honestidad requiere que lo que se piensa y se hace sea congruente y que se le dé a cada persona lo que le corresponde. Una persona honesta es sincera en sus palabras y acciones, cumple sus compromisos completamente y evita criticar a los demás. Para vivir con más honestidad, es importante reflexionar sobre la propia conducta, como el uso del tiempo y el manejo del dinero y la información de otros, y practicar la veracidad en las conversaciones.