La sinceridad es una virtud que caracteriza a las personas por la actitud congruente que mantienen en todo momento, basada en la veracidad de sus palabras y acciones. Ser sincero requiere decir siempre la verdad y evitar mentiras, aunque a veces cueste trabajo, así como evitar inventar defectos en los demás o hacer suposiciones. La sinceridad exige responsabilidad en lo que se dice y valor para decir la verdad en todo momento, aunque se pueda perder una amistad, para así asegurar la amistad y confianza de los demás.