Todos los organismos deben extraer energía de moléculas orgánicas obtenidas a través de la fotosíntesis. Estas moléculas se rompen en el proceso de respiración, que básicamente es el intercambio gaseoso con el medio ambiente a través de la difusión de oxígeno y la eliminación de dióxido de carbono como subproducto del metabolismo energético. Las células eucariotas tienen mitocondrias especializadas para realizar la respiración aerobia celular.