Frida Kahlo nació en México a principios del siglo XX y sufrió poliomielitis y un accidente que le causaron graves lesiones físicas. Esto la llevó a dedicarse a la pintura, donde expresó sus experiencias a través de autorretratos. A pesar de su mala salud, alcanzó reconocimiento internacional como artista, aunque finalmente le tuvieron que amputar una pierna debido a una infección y falleció un año después.