Este documento describe la importancia de organizar grupos pequeños para llevar a cabo el trabajo misionero. Resalta que estos grupos deben estar bien organizados y dirigidos, y deben incluir a jóvenes, niños, señoritas y niñas. Su objetivo es estudiar la Biblia juntos, orar y trabajar en el vecindario para ganar almas para Cristo. Indica que este tipo de trabajo sistemático y organizado producirá resultados positivos y fortalecerá a la iglesia.