2. Oración de la Pastoral Social
Padre Nuestro y Dios de Misericordia
te pedimos nos des tu Espíritu Consolador
y nos dejes crecer en el amor y entrega
a favor de los más pobres y
desamparados
tal como nos lo enseña tu hijo Jesucristo
“ El Buen Samaritano ”
Queremos ser obedientes a su mandato
y vivir como verdaderos discípulos y
misioneros tuyos
aprender a convivir con él que más sufre
y ser siempre solidarios con nuestro
prójimo
como lo es María Madre de la Iglesia
y Madre nuestra
por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

3. El ser y el que hacer de la Pastoral Social
¿Qué es la Pastoral Social?
La tarea que debe realizarse es, entonces, la de
RENOVAR en todos los bautizados y en todos los
llamados por Dios, los rasgos que definen la
identidad de un discípulo misionero de Jesucristo
en la Iglesia.

4. La consecuencia lógica de esta identidad en
una comunidad de discípulos que se
alimentan de la Palabra de Dios y la
Eucaristía
es la SOLIDARIDAD.
Quien se alimenta de Cristo Eucaristía,
participa de sus mismos sentimientos de
misericordia y compasión.
La caridad es motor de todas las acciones
del discípulo, y a su vez, como miembro de
la comunidad parroquial hace que la
parroquia se convierta en la verdadera
samaritana, a ejemplo de Jesús Maestro
(Documento de Aparecida ,No. 176)
La vivencia de la caridad, en términos del
Plan Pastoral es el lugar donde la iglesia
comprueba su fidelidad como esposa de
Cristo (No. 133)

5. La Pastoral Social es, entonces, el conjunto de la actuación de la Iglesia que
manifiesta las exigencias sociales de la fe transmitida por la formación cristiana.
Viene a ser la aplicación del pensamiento social a la evangelización de la
sociedad concreta en la que vivimos.
Toda evangelización tiene que ser auténticamente liberadora para que sea
legítima; por eso tiene que transformar las actuales relaciones entre las
personas y, por otra parte, a crear una nueva sociedad verdaderamente
participativa y fraterna.
En este sentido, toda la pastoral es social.

7. Por intercesión de
San Rafael Arcángel "Glorioso Arcángel San Rafael, medicina de Dios,
que guiaste a Tobías en su viaje para cobrar la deuda
de Gabael, le preparaste un feliz matrimonio
y devolviste la vista a su anciano padre Tobit,
guíanos en el camino de la salvación,
ayúdanos en las necesidades,
haz felices nuestros hogares
y danos la visión de Dios en el cielo.
Señor, que diste a tu hijo Tobías como
compañero de viaje al Arcángel Rafael,
concédenos la gracia de estar siempre protegidos por
su custodia y asistidos por sus auxilios.
Por Jesucristo Nuestro Señor, que vive y reina por siempre.
Amén.”