1. internet
Futuros distópicos...
¿o más bien presentes?
formación sobre sus dueños que ellos mis-
mos (desde básculas que publiquen nues-
tro peso en redes sociales a pulsómetros
que cuenten a nuestros contactos nuestros
avances de entrenamiento).
Es precisamente el tamaño de estos reposi-
torios lo que evita, por ahora, que sea po-
sible el tratamiento y análisis de esta canti-
dad ingente de información. Sin embargo,
a la velocidad a la que avanzan las nuevas
tecnologías, pronto dejará de ser un proble-
ma y contaremos con precogs capaces de
predecir esos crímenes (o errar, tal y como
sucede en el relato). De hecho, según diver-
sos servicios de inteligencia, la matanza de
Imagen de Poster Boy NYC (CC by) la isla de Utøya (Noruega) podría haberse
evitado si se hubieran analizado a tiempo
los mensajes subidos por Anders Behring
Breivik a varios foros de Internet, incluida
E n esta ocasión, este artículo que te dis-
pones a leer no versará sobre ninguna
nueva plataforma o tendencia de Internet,
a los smartphones y las tabletas, nos parece
de lo más normal), supone una alegoría del
análisis de lo que se conoce hoy día como
su propia cuenta de Twitter.
Con la excusa de la seguridad veremos
sino sobre un concepto que siempre me «big data». además cómo nuestra privacidad va per-
ha apasionado e inquietado a partes igua- diendo progresivamente terreno. Lo que
Y es que una de las características de nos lleva a otro libro distópico por exce-
les: las distopías.
nuestra identidad digital es que es dis- lencia: 1984 de George Orwell. Escrito
Las distopías son la contrarréplica a las uto- tribuida y está repartida en múltiples pe- entre 1947 y 1948, habla de una sociedad
pías. Es decir, narraciones del futuro en las dazos por cada rincón de la Red. Tantos controlada por un Gran Hermano. Un ojo
que los hechos no son nada halagüeños. pedazos como espacios por los que nos que todo lo ve y todo lo sabe. No se nos
¿Y qué relación guardan con esta sección movemos: redes sociales en las que par- ocurre ninguna red social ni ningún medio
de la revista? La respuesta está en el prota- ticipamos, páginas que visitamos, búsque- masivo en la actualidad que sea ese Gran
gonismo que cobran casi siempre las nue- das que hacemos, vídeos que reproduci- Hermano, que igual que vigila, influye en
vas tecnologías en estos enfoques apoca- mos, fotografías que subimos y así hasta nuestros comportamientos, pensamientos
lípticos. El mundo del cine y la literatura nos un largo etcétera. A esto se le suma tam- y opiniones, ¿verdad?
ha plasmado los peores presagios con altos bién la actividad en Internet de las perso-
tintes de ciencia ficción. Pero recapitulando nas de nuestro entorno. Si se analiza cada Esa premisa de sacrificar libertad y senti-
todas esas historias, escritas algunas hace pedazo por separado, la información pue- mientos por un bien común y una supues-
tantos años, descubrimos que cada día se de no decirnos mucho de la persona a la ta felicidad, es explotada una y otra vez.
parecen más a la realidad y tienen menos que pertenece. Sin embargo, si todos los Así encontramos obras como Fahrenheit
de ficción. pedazos se juntan, habrá nueva informa- 451, Un mundo Feliz, Alphaville, Metró-
ción que mane. Según Richard A. Clarke, polis, Blade Runner, El quinto elemento,
Empecemos el repaso por uno de esos re- Días Extraños, Brazil, Doce monos, Gatta-
ex-asesor del gobierno de los Estados Uni-
latos imprescindibles que también ha sido ca, Matrix, V for Vendetta y un largo et-
dos en temas de ciberseguridad, «cuando
llevado a la gran pantalla. Es el caso de El cétera que nos muestran una humanidad
pones junta toda la información descla-
informe de la minoría de Phillip K. Dick, que dominada por robots o sistemas políticos
sificada, muchas veces emerge algo que
más tarde se convirtió en Minority Report omnímodos asimilados a las máquinas.
debería estar clasificado».
gracias al buen hacer de Steven Spielberg. Hay que ver qué maligna es la tecnología y
Este cuento nos habla de una policía capaz IBM apunta que cada día creamos 2,5 qué buenas las personas que utilizan esas
de vaticinar qué personas cometerán un quintillones de bytes de datos1, siendo tan herramientas... ¿Qué son por tanto las
delito para detenerlas antes de que lo ha- tremendo el ritmo, que el 90% de la in- distopías? ¿Fantasías o profecías demasia-
gan. La predicción la realizan tres precog- formación que hay hoy en el mundo se ha do cercanas a nuestra realidad?
noscientes o precogs, cuyos cerebros están creado en los dos últimos años. Este ritmo
conectados a unas pantallas que muestran se incrementará en el futuro con la irrup- [1] http://www-01.ibm.com/software/
los sucesos del futuro. Además de ser una ción de el «Internet de las cosas» (Internet data/bigdata
de las primeras películas en las que el prota- of Things, IoT) que nos llevará a contar con
gonista (Tom Cruise) juega con sus manos más de 50 billones de objetos conectados Lorena Fernández
sobre las pantallas (cosa que ahora, gracias a Internet en 2020 emitiendo aún más in- loretahur@gmail.com
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