La constitución política colombiana de 1991 garantiza una serie de derechos fundamentales a todas las personas sin distinción, como el derecho a la vida, la integridad personal e igualdad. Incluye mecanismos como la tutela para proteger estos derechos y demandar cuando sean amenazados o vulnerados. También establece entidades como la personería municipal para recibir quejas de la comunidad y defender sus derechos.