El documento describe varios casos problemáticos relacionados con medidores de energía en domicilios, incluyendo medidores alejados del cerco, en mal estado dentro de cajas de válvulas, con acceso restringido por callejones cerrados con candado, y protegidos dentro de casas por perros, lo que ha resultado en mordeduras a empleados. También hay evidencia de medidores registrados en sistemas pero que no existen físicamente, así como de medidores dañados.