Hades se enamoró de Perséfone, la hija de Deméter, y la raptó para hacerla su esposa y reina del inframundo. Sin la presencia de Perséfone, la tierra dejó de dar frutos. Zeus logró que Hades devolviera a Perséfone, pero ella había comido fruta del inframundo obligándola a regresar parte del año.