2. • La consorte de Hades era Perséfone, representada por
los griegos como la hermosa hija de Deméter.
• Perséfone no se sometió a Hades voluntariamente, sino
que fue raptada por éste mientras recolectaba flores en
los campos de Nisa. En protesta por este acto, Deméter
lanzó una maldición sobre la tierra que produjo una gran
hambruna, y aunque uno por uno los dioses fueron a
pedirle que la levantase para que la humanidad dejase
de sufrir, ella aseguraba que la tierra permanecería
estéril hasta que volviese a ver a su hija.
• Por fin intervino Zeus, quien a través de Hermes pidió a
Hades que devolviese a Perséfone. Éste accedió, «pero
antes de partir tomó un grano de granada, que es dulce
como la miel y que Hades le ofreció porque sabía que así
tendría que regresar.»
3. • En protesta por este acto, Deméter lanzó una maldición
sobre la tierra que produjo una gran hambruna, y
aunque uno por uno los dioses fueron a pedirle que la
levantase para que la humanidad dejase de sufrir, ella
aseguraba que la tierra permanecería estéril hasta que
volviese a ver a su hija.
• Por fin intervino Zeus, quien a través de Hermes pidió a
Hades que devolviese a Perséfone. Éste accedió, «pero
antes de partir tomó un grano de granada, que es dulce
como la miel y que Hades le ofreció porque sabía que así
tendría que regresar.»
4. • Deméter preguntó a Perséfone a su regreso a la luz y el
aire: «¿No habrás probado bocado mientras estabas
abajo? Porque si aún no lo has hecho podrás vivir con
nosotros, pero si algo comiste, tendrás que volver allí,
pasarás los inviernos en la tierra profunda y al llegar el
calor y la tierra esté verde con nosotros vendrás a
reunirte de nuevo.»
• Esto la ató a Hades y al Inframundo, para gran
consternación de Deméter. No está claro si Perséfone fue
cómplice del ardid. Zeus propuso un compromiso, al
que accedieron todas las partes: del año, Perséfone
pasaría un tercio con su marido. Es durante esta época
cuando el invierno cae sobre la tierra, «una expresión de
tristeza y luto».