El documento argumenta que Dios tiene un plan para involucrar a cada creyente en la misión de predicar el evangelio. Su plan es que los hombres trabajen para beneficiar a sus prójimos, no que los ángeles u otros medios hagan el trabajo. Si cada creyente participara activamente en la misión, esta se completaría más rápidamente y la iglesia crecería de forma más acelerada.