El documento describe la importancia del Espíritu Santo en la testificación efectiva. El Espíritu capacita, da crecimiento, fortalece y guía a los testigos, impartiendo la Palabra de Dios y transformando vidas. El Espíritu Santo trabaja a través de los testigos para agregar personas a la iglesia diariamente, fortalecerlos en tiempos de dificultad, y guiarlos a llevar el evangelio a nuevos lugares.