El poema describe los golpes poderosos que la vida puede dar, comparándolos con los golpes del odio de Dios y los heraldos negros que envía la muerte. Estos golpes abren cicatrices profundas en el alma y dejan al hombre desconcertado, haciendo que todo lo vivido se empoce en su mirada como un charco de culpa.

1. HERALDOS NEGROS
CESAR VALLEJO

2. -1
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!

3. HAY GOLPES EN LA VIDA, TAN FUERTES... ¡YO NO SÉ!

4. GOLPES COMO DEL ODIO DE DIOS; COMO SI ANTE ELLOS,

5. LA RESACA DE TODO LO SUFRIDO

6. SE EMPOZARA EN EL ALMA... ¡YO NO SÉ!

7. -2
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

8. SON POCOS; PERO SON... ABREN ZANJAS OSCURAS

9. EN EL ROSTRO MÁS FIERO Y EN EL LOMO MÁS FUERTE.

10. SERÁN TAL VEZ LOS POTROS DE BÁRBAROS ATILAS;

11. O LOS HERALDOS NEGROS QUE NOS MANDA LA MUERTE.

12. -3
Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

13. SON LAS CAÍDAS HONDAS DE LOS CRISTOS DEL ALMA

14. DE ALGUNA FE ADORABLE QUE EL DESTINO BLASFEMA.

15. ESOS GOLPES SANGRIENTOS SON LAS CREPITACIONES
DE ALGÚN PAN QUE EN LA PUERTA DEL HORNO SE NOS
QUEMA.

16. -4
Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

17. Y EL HOMBRE... POBRE... ¡POBRE! VUELVE LOS OJOS, COMO

18. CUANDO POR SOBRE EL HOMBRO NOS LLAMA UNA
PALMADA;

19. VUELVE LOS OJOS LOCOS, Y TODO LO VIVIDO

20. SE EMPOZA, COMO CHARCO DE CULPA, EN LA MIRADA.

21. HAY GOLPES EN LA VIDA, TAN FUERTES... ¡YO NO SÉ!

22. GRACIAS

23. Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no
sé!