Los franciscanos tenemos un referente muy importante en María, la madre de Jesús cuando hablamos de pobreza, y no solo la que se refiere a la pobreza social, sino a la Evangélica, la Espiritual

1. DICIEMBRE 2018 Número 133
NUESTROS HERMANOS DIFUNTOS
Pasaron a gozar de la presencia del Padre
-Carmen Rodrigo. Talavera de la Reina
Dales, Señor, el descanso eterno
------La Anawin de Dios------
Los franciscanos tenemos un referente muy
importante en María, la madre de Jesús
cuando hablamos de pobreza, y no solo la
que se refiere a la pobreza social, sino a la
Evangélica, la Espiritual
Fue Mujer que para comer un pedazo de pan
necesita tener dos piedras para batirlas una
contra la otra y así moler rudimentariamente
aquel trigo; luego tiene que tomar un cántaro
sobre su cabeza, ir a la fuente de Nazaret,
traer el agua para amasar aquella harina y luego tiene que subir a los
cerros ella solita y con sus manos cortar ramas y arbustos y cargar
todo eso a hombros, acarrearlos a la casa mientras se preocupa de
cuidar unos cabritos, dar de comer a unas gallinas. Eso fue la vida de
la Madre, nada de princesa de manos delicadas y finas, no va por ahí
la grandeza de la Madre. Nunca fue una soberana, fue una servidora
de Dios y de sus hermanos. Nunca fue una semidiosa, fue una mujer
de fe y una pobre de Dios.
El concilio dice que María avanzó en la peregrinación de la fe. María
fue pues, peregrina, caminante, que recorrió los caminos de la vida
con las típicas características de toda peregrinación: oscuridad,
confusión, perplejidad, miedos, fatigas, sorpresas… y sobre todo
muchos interrogantes.
responsabilidades de gobierno como los trabajos más humildes.
Cuidaba mucho su formación personal, siempre estaba leyendo
algún libro. Trabajador esforzado, ya fuera en la huerta, como
preparando conferencias y charlas. Si le pedías ayuda, siempre le
encontrabas dispuesto. Era un buen conversador, a veces tozudo, mas
también pronto a ceder.
Cuando terminó su cargo de Ministro provincial, fue destinado a
Arenas como guardián, y aquí conviví con él durante seis años, yo de
maestro de novicios. Os confieso que disfruté de su amistad y de su
apoyo, y viceversa. En el año dos mil nos destinaron a distintos
conventos, pero volvimos a encontrarnos, ahora en Toledo, en el dos
mil trece, yo como guardián.
José ya estaba tocado en su salud (no era amigo ni de médicos ni de
medicinas), y en su ánimo. Le afronté personalmente y en privado, y
respondió como un niño a mis recomendaciones y sugerencias.
Después me lo agradeció de corazón.
La glucemia y los problemas de la vista le iban mermando facultades.
Nunca se quejó, aunque le doliera tener que dejar responsabilidades,
que recaerían sobre otro de la comunidad. En las reuniones de
comunidad siempre tenía algo que aportar, y siempre en positivo,
aunque sabía detectar los fallos. Y sobre todo, un hombre de fe y fraile
de pies a cabeza. Estoy sumamente agradecido al Señor por haber
convivido con este buen hermano. Y pido a quien es la Vida en
abundancia que lo haya acogido en su reino. Fr. Carlos Bermejo
LA JUNTA DE ZONALA JUNTA DE ZONALA JUNTA DE ZONALA JUNTA DE ZONA
SAN GREGORIOSAN GREGORIOSAN GREGORIOSAN GREGORIO
MAGNOMAGNOMAGNOMAGNO
OS DESEAOS DESEAOS DESEAOS DESEA
FELIZ NAVIDADFELIZ NAVIDADFELIZ NAVIDADFELIZ NAVIDAD
Hoy nos ha nacido
un Salvador
PAZ y BIEN

2. Ahora bien, el que busca, camina, y la Madre
fue caminante porque buscaba… Y buscaba
porque no sabía todo... Ella misma tenía que
guardar cuidadosamente los acontecimientos y
las palabras, y luego tenía que meditarlas
diligentemente en su corazón, dándole vueltas
en su mente. Hizo pues, el camino de la vida
como nosotros, buscando los designios de Dios
entre confusas contrariedades de la vida.
Ahora, el que busca, camina.
Los documentos conciliares presentan a María como peregrina de la
fe, porque no sabía todo. La Madre era una mujer despojada,
desapropiada, desnudada, vacía, esencialmente pobre y humilde. En
la Biblia una pobre de Dios es aquella mujer que no se siente con
derechos. Señora de sí misma antes de ser señora nuestra,
indestructible ante las adversidades, esa figura es hija de una
espiritualidad, la espiritualidad de los anawin, es decir, los pobres y
humildes de Dios, el pequeño resto de Israel.
El paralelismo entre la espiritualidad de la Madre y la espiritualidad
del Hijo lo vemos reflejado en la misma palabra que utiliza la Madre
para resolver su destino, el de la maternidad divina y la misma
palabra utiliza el Hijo para decidir su destino de redentor del mundo:
la palabra “hágase”. La Madre en la Anunciación y el Hijo en
Getsemaní.
La Madre dice: “Ángel Gabriel, yo no soy sino una sierva del
Señor”; y el Hijo dice: “Aprendan de Mí que soy pobre y humilde de
corazón.”
Jesús mamó esta espiritualidad hecho cuerpo y vida en su propia
Madre. Dándose cuenta o sin darse cuenta, Jesús fotografió a su
Madre en el sermón de la montaña. Todas las características
existenciales de las bienaventuranzas coinciden asombrosamente con
las modalidades y conducta general con las que la Madre aparece
revestida en todo momento.
Uno de los títulos que damos a María es precisamente el de sede de
Esta clase de sabiduría es gemela de otra gran
virtud: la humildad, base de la santidad, y que
también María vivió como reflejo imitador de la
humildad y mansedumbre de su Hijo; de lo
contrario la Encarnación no hubiera sido posible,
por eso más que a nadie a ella la llamamos
“bienaventurada”. Tenemos que dar gracias a Dios
por la visión que nos ha dado el Concilio Vaticano
II sobre la Virgen María.
Una perspectiva más bíblica, a la luz de los Santos Padres, potenciando
la importancia de la liturgia, con el aire que se respira de ecumenismo,
y siempre con un gran sentido pastoral, como lo manifiesta nuestro
Papa Francisco.
Una frase del Concilio viene al hablar de la Madre del Mesías en el
Antiguo Testamento, dice así: "Ella (la Madre del Redentor) sobresale
entre los humildes y pobres del Señor, que confiadamente esperan y
reciben de Él la salvación" (LG 55).
Los enfoques de Juan Pablo II sobre María y la liberación, la dignidad
de los pobres y la justicia, expresados sobre todo en sus viajes a
América Latina, son abundantes al respecto.
Nunca tan grande porque nunca tan pobre, la anawin de Dios
Paz y Bien. María José
FR. JOSÉ ÁLVAREZ ALONSO. IN MEMORIAM.
Se nos ha ido el P. José Álvarez, a quien conocíais la
mayoría de los franciscanos seglares. A vosotros se os ha
ido un padre, a nosotros, los frailes, un hermano, alegre
por ser lo que era, enamorado de su vocación. A lo largo
de su vida como fraile vivió en los conventos de
Pastrana, Arenas de san Pedro, Madrid, de nuevo
Arenas, Alcázar de San Juan y, por último, Toledo. Fue Ministro
provincial durante nueve años; ello le permitió conocer en profundidad
la Orden Franciscana en muchos lugares del mundo. Asumía con suma
responsabilidad los cargos y trabajos que se le encomendaban, ya fueran