La historia de la Iglesia comenzó en el año 30 d.C. en Pentecostés. San Pablo fue un impulsor clave de la propagación del cristianismo por toda Europa a través de sus cuatro viajes misioneros. En el siglo I, destacan la muerte de Pedro y Pablo en Roma y la destrucción del templo de Jerusalén en el año 70 d.C. Los romanos veían a los cristianos con desconfianza y los perseguían por tres etapas entre los años 64-513 d.C.