El origami se originó en China entre los siglos I y II d.C., pero fue en Japón en el siglo VI donde se desarrolló este arte. Inicialmente, las figuras de origami se usaban en ceremonias religiosas y civiles. El origami moderno comenzó a sistematizarse en Japón entre 1603 y 1868, y Akira Yoshizawa se considera el padre del origami moderno por su trabajo a partir de 1930 para crear un sistema de patrones.