El documento resume la historia del tenedor desde su origen en el antiguo Egipto como grandes trinches de bronce utilizados en ceremonias, hasta su popularización en Europa a partir del siglo XIV. Se describe cómo el tenedor fue considerado un instrumento diabólico por la iglesia católica en el siglo XI antes de volverse un utensilio de moda entre las clases altas en Italia y luego extenderse al resto del mundo durante los siglos posteriores, convirtiéndose eventualmente en un elemento estándar de la mesa en el siglo