El Imperio Romano se expandió entre los siglos I a.C. y I d.C., dividiéndose posteriormente en el Imperio Romano de Occidente y el Imperio Bizantino de Oriente. El Imperio Bizantino duró hasta 1453 d.C., cuando cayó ante el Imperio Otomano. Mientras tanto, el Imperio Musulmán se expandió rápidamente después de la muerte de Mahoma en 622 d.C., llegando a la Península Ibérica en 711 d.C.