La honestidad consiste en ser franco y sincero, asumiendo que la verdad es objetiva e independiente de las personas. Comportarse con honestidad genera confianza en uno mismo y en los demás. Ser honesto implica actuar con decencia, honradez y responsabilidad. La honestidad significa ser genuino y auténtico, de acuerdo con la evidencia del mundo real. Se logra a través de una buena conducta, moderación y respeto por los valores morales y sociales.