El documento discute el impacto de las redes sociales en las vivencias colectivas. Por un lado, facilitan la comunicación y conexión entre personas pero, por otro lado, también pueden propagar desinformación, polarizar sociedades y afectar la autoestima de las personas. Para abordar estos problemas, propone la educación digital, promover la empatía, verificar datos antes de compartirlos y fomentar un uso equilibrado de las redes.