El documento define el imperialismo como la práctica de ampliar y mantener el control o influencia de las naciones poderosas sobre las más débiles. Explica que el imperialismo se remonta a la antigüedad y ha adoptado diferentes formas a lo largo de la historia, resultando a veces en grandes imperios formados cuando un pueblo dominaba a otros en nombre de su civilización o religión, como ocurrió con el Imperio de Alejandro Magno y el Imperio Romano.