La crisis económica mundial de 2008 se originó en Estados Unidos debido al aumento de los precios de las materias primas y los biocombustibles. Esto causó que las empresas redujeran personal y aumentara el desempleo, lo que llevó a algunas personas al suicidio o la desnutrición. Los gobiernos respondieron inyectando liquidez en los bancos centrales, nacionalizando bancos e implementando fondos millonarios para comprar activos dañados y garantizar la deuda bancaria con el fin de restaurar la confianza