Este documento cuenta la historia de un joven llamado Jamyson cuya fe en Dios se fortaleció después de participar en una misión de la iglesia durante el verano. Aunque su participación en la misión se canceló inicialmente, Dios le dio la oportunidad de trabajar como colportor, lo que le permitió ganar dinero para asistir a una escuela adventista. A pesar de enfrentar dificultades financieras, Dios continuó proveyendo para él de maneras inesperadas.